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Crónicas calandinas III 24 mar 2014 10:26 Placido Guardiola

«Los toques de tambor»


"9 Tamborada Nacional, Calanda, Jumilla
Aspecto que ofrecía la Plaza España de Calanda durante los toques
Aun cuando parezca mentira se ha hecho medio día, dejamos atrás el sonido de los tambores para ir a comer, aquí en pleno Bajo Aragón, un plato de gazpachos que puedo asegurarles no desdicen ni con el paisaje ni con el lugar. El paisaje que nos rodea, sino fuese por el Gudalope que abastece al pantano de Calanda y los numerosos canales de riego que circundan sus vegas, bien podría tratarse del paisaje Jumillano. Melocotoneros, y almendros en flor, olivos centenarios y cereal que hacen que nos sintamos en casa  salvo por la ausencia del viñedo.
Sus pueblos, señoriales en algunas de sus construcciones con viejas casonas hoy deshabitadas, nos trasladan a un imaginario urbano muy similar al nuestro salvo por sus soportales de medio punto. De ahí que no les exagero un ápice si les digo que todo cuanto nos rodea, le resultaría familiar y nada extraño a un jumillano. El carácter de sus gentes tampoco dista mucho del nuestro, abiertos, francos y campechanos, supongo que no en vano fuimos con ellos súbditos del mismo reino aragonés.
Por tanto, comer gazpachos jumillanos aquí en Calanda resulta la cosa más normal del mundo. Tras dar cuenta copiosamente de ellos, volvemos de nuevo al sonido de los tambores en una tarde-noche que culminará los actos de esta Tamborada Nacional y se presenta cargada de actos. De la tarde decir que arranca como finalizó la mañana, ráfagas de un sol luminoso entre nubarrones que amenazan tormenta.
Esta tarde, en la Plaza de España de Calanda, esta previsto el acto de los toques de los pueblos presentes en esta edición y poco a poco los tamborileros venidos de todas partes nos damos cita en ella. Los jumillanos que a estas horas se acercarán a un centenar contamos con la sede que, como ya he contado, está justo al lado de está plaza tan emblemática.
Los toques se van sucediendo poco a poco  en el escenario montado en la Plaza de España, todos ellos presentaban alguna peculiaridad que te engancha; pero como todos tenemos nuestro peculiar gusto, el mío me hace optar por los tambores y bombos de ésta comarca del Bajo Aragón, de cualquiera de sus pueblos empezando por el que nos acoge: me identifico más con el toque grave,  profundo que singulariza esta zona. Su toque profundo, contundente que a diferente ritmo surge de forma atenúe para volverse frenético y desgarrador. El sonido más sordo y bronco del bombo marca el ritmo y ahoga la estridencia de los palillos del tambor; eso, es a mi juicio lo que te engancha a ellos. Me cautiva el toque de Calanda; pero les mentiría si no les dijera que igual me ocurre con Híjar o Andorra; eso, por no decir Alcañiz o Teruel. Todos, estos pueblos que componen la ruta del tambor del Bajo Aragón recientemente declarada de interés turístico Internacional tienen un carácter en su toque que los hace inconfundibles.


29 Tamborada Nacional, Calanda, Jumilla
Tambores de Híjar

29 Tamborada Nacional, Calanda, Jumilla
La Plaza España de Calanda con el toque de Alcañiz también de la comarca del Bajo Aragón 
Los toques del sureste son más brillantes y agudos, menos profundos y los bombos más ausentes, en muchos casos inexistentes. Sus redobles constituyen muchas veces todo un virtuosismo de la palillera, te enganchan; aun cuando yo hecho de menos el sonido grave del bombo del que gozan en abundancia los toques de esta tierra turolense.
Me alegra que en Jumilla nuestros paisanos optaran desde el principio por incorporar el bombo a nuestros toques y espero que a medida que pase el tiempo, haciendo honor a nuestros orígenes aragoneses, más jumillanos opten por cargarse el bombo y desfilen con él muchos más de los que lo hacen. Creo, así se lo he manifestado a los actuales dirigentes de la Asociación Cristo de la Sangre, que nos faltan bombos, por eso animo a que quienes aman el tambor opten por este, ya que como buenos levantinos que  somos nos solemos inclinar en demasía al tambor, más ligero y apto para el virtuosismo de los palillos.

29 Tamborada Nacional, Calanda, Jumilla
Tambores de Baena (Cordoba) durante su actuación

Mención aparte merecen nuestros paisanos regionales de Mula y Moratalla  junto a los de Baena. De nuestros paisanos murcianos baste decir que su tambor difiere del tradicional, siendo una mezcla entre lo que conocemos por tal y un bombo o pandereta que tocan en vertical, su sonido es algo más agudo que el tambor; pero las cuerdas y escasa profundidad del instrumento hacen que su sonido sea bastante brillante y peculiar. Los de Mula más serios y formales, hasta por sus túnicas negras. Los de Moratalla, con su colorido desbordante que parecen surgir más de un carnaval que de un desfile de Semana Santa; pero incansables en su toque y en sus retos. Baena es otra cosa, tienen el colorido y vistosidad  de cualquier manifestación andaluza en sus trajes, sus casacas rojas, sus dorados cascos adornados con su plumero y pelos de cola de caballo, además de sus variopitas y coloristas corbatas. Su toque simple, sordo y rítmico que lo hace inconfundible.

29 Tamborada Nacional, Calanda, Jumilla
Los tambores de Jumilla durante su actuación
Les aseguro, que esta tarde, aquí en Calanda, oyendo todos los toques de tambor que componen los veintiún pueblo de este consorcio, he aprendido más que nunca sobre sonidos tamboriles y doy fé de que todos y cada uno de ellos me cautivó, aunque como les dije, mi parte aragonesa me hace identificarme más con los de esta tierra que nos acoge.

2 comentarios :

  1. Me ha gustado mucho pero, sólo un comentario: los de azul son de Alcañiz, no de Alcorisa ;)

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    1. Pues llevas toda la razón, en este caso se trata de Alcañiz, las túnicas de Alcorisa son más moradas y èstas de Alcañiz más celestes.
      ¡Gracias por tu advertencia! corrijo.

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