«La nueva normativa sobre vivienda»
Para este último post del año me he permitido escoger por título el mismo que lleva el libro de Ruben Manso Olivar*. Si lo hago así, es porque en estos días hemos oído discursos diferentes sobre lo que nos deparará el año venidero dependiendo del gobierno de donde proceda el mensaje, ello además de tener noticia delo mucho y bien se proponen legislar sobre el asunto de la vivienda.
De este modo. Si escuchamos a nuestro primer ministro Mariano Rajoy, nos vamos a encontrar un 2013 todavía duro pero en cuya parte final comenzaremos a ver por fin la salida de esta dura crisis; pero si escuchamos a la Jefa de Gobierno Alemán, la señora Merkel, el próximo año será más duro todavía que el pasado y pide unidad a su pueblo para seguir esforzándose. Todo ello cuando en los todopoderosos EE.UU se enfrentan al llamado abismo fiscal del que tanto si salen con acuerdo entre demócratas y republicanos como sin él todo apunta al enfriamiento de su economía y de paso la nuestra también.
En cualquier caso y al margen de las crisis, ustedes desconfíen siempre y, por sistema, de cualquier Gobierno sea del color y signo que fuere. Los gobiernos. Todos, bajo e pretexto de querer contribuir a nuestro bienestar y seguridad se aseguran su sustentos y gabelas por lo que muchas veces o gobiernan de cara a la galería o de cara a engordar las arcas públicas de las que ellos son los primeros beneficiados. Mas tarde, si queda, lo serán los ciudadanos.
De esta forma ahora pensando en nuestra seguridad están desarrollando una normativa a fin de asegurar la habitabilidad de las casas en donde vivimos.
La primera de ellas con una normativa técnica sobre la eficacia energética de los edificios, mediante ella, al alquilar o comprar una vivienda le deberán entregar esa certificación. La segunda obliga a todas las viviendas de más de 50 años a pasar una revisión (como la ITV de los vehículos), que garantice su habitabilidad. Si ustedes son unas almas cándidas y bonachonas pensarán que esto está muy bien pues vela por su seguridad y confort. Sin embargo, ambas medidas no son sino meros instrumentos recaudatorios sin ninguna virtualidad que mejore la vida del ciudadano.
La primera, porque quien le alquile o venda la vivienda tendrá que pagar la certificación y por ende resarcirse de ese gasto cobrándoselo posteriormente a Ud. a todo ello con independencia de cual fuere el resultado de esa certificación. Dará igual que diga que su coeficiente energético sea A; B o C pues ello no impide el alquiler o venta de la vivienda.
La segunda normativa, afecta a las viviendas de más de 50 años, todavía es más kafkiana si cabe, pues imagine que es un pensionista (por lo general son los que viven en viviendas más antiguas), a duras apenas llega a final de mes y esta constituye el fruto de sus ahorros de toda una vida; ahora tendrá que pasar la revisión, si dicha inspección técnica de la vivienda resultase negativa que prevé la ley: Nada, absolutamente nada, salvo que Ud la repare y pague las tasas de la revisión. ¿Y si el pensionista no puede, se le ejecutará una despropiación forzosa?
En fin, lo dicho, legislan no para hacernos la vida más segura y cómoda; sino para complicárnosla. Por tanto, desconfíen siempre del gobierno.
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(*)Ruben Manso Olivar, es exinspector del Banco de España, Doctor en Económicas y profesor de la Universidad de Árcala
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Para este último post del año me he permitido escoger por título el mismo que lleva el libro de Ruben Manso Olivar*. Si lo hago así, es porque en estos días hemos oído discursos diferentes sobre lo que nos deparará el año venidero dependiendo del gobierno de donde proceda el mensaje, ello además de tener noticia delo mucho y bien se proponen legislar sobre el asunto de la vivienda.
De este modo. Si escuchamos a nuestro primer ministro Mariano Rajoy, nos vamos a encontrar un 2013 todavía duro pero en cuya parte final comenzaremos a ver por fin la salida de esta dura crisis; pero si escuchamos a la Jefa de Gobierno Alemán, la señora Merkel, el próximo año será más duro todavía que el pasado y pide unidad a su pueblo para seguir esforzándose. Todo ello cuando en los todopoderosos EE.UU se enfrentan al llamado abismo fiscal del que tanto si salen con acuerdo entre demócratas y republicanos como sin él todo apunta al enfriamiento de su economía y de paso la nuestra también.
En cualquier caso y al margen de las crisis, ustedes desconfíen siempre y, por sistema, de cualquier Gobierno sea del color y signo que fuere. Los gobiernos. Todos, bajo e pretexto de querer contribuir a nuestro bienestar y seguridad se aseguran su sustentos y gabelas por lo que muchas veces o gobiernan de cara a la galería o de cara a engordar las arcas públicas de las que ellos son los primeros beneficiados. Mas tarde, si queda, lo serán los ciudadanos.
De esta forma ahora pensando en nuestra seguridad están desarrollando una normativa a fin de asegurar la habitabilidad de las casas en donde vivimos.
La primera de ellas con una normativa técnica sobre la eficacia energética de los edificios, mediante ella, al alquilar o comprar una vivienda le deberán entregar esa certificación. La segunda obliga a todas las viviendas de más de 50 años a pasar una revisión (como la ITV de los vehículos), que garantice su habitabilidad. Si ustedes son unas almas cándidas y bonachonas pensarán que esto está muy bien pues vela por su seguridad y confort. Sin embargo, ambas medidas no son sino meros instrumentos recaudatorios sin ninguna virtualidad que mejore la vida del ciudadano.
La primera, porque quien le alquile o venda la vivienda tendrá que pagar la certificación y por ende resarcirse de ese gasto cobrándoselo posteriormente a Ud. a todo ello con independencia de cual fuere el resultado de esa certificación. Dará igual que diga que su coeficiente energético sea A; B o C pues ello no impide el alquiler o venta de la vivienda.
La segunda normativa, afecta a las viviendas de más de 50 años, todavía es más kafkiana si cabe, pues imagine que es un pensionista (por lo general son los que viven en viviendas más antiguas), a duras apenas llega a final de mes y esta constituye el fruto de sus ahorros de toda una vida; ahora tendrá que pasar la revisión, si dicha inspección técnica de la vivienda resultase negativa que prevé la ley: Nada, absolutamente nada, salvo que Ud la repare y pague las tasas de la revisión. ¿Y si el pensionista no puede, se le ejecutará una despropiación forzosa?
En fin, lo dicho, legislan no para hacernos la vida más segura y cómoda; sino para complicárnosla. Por tanto, desconfíen siempre del gobierno.
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(*)Ruben Manso Olivar, es exinspector del Banco de España, Doctor en Económicas y profesor de la Universidad de Árcala