Si hablamos de interés y beneficio social, cualquier empresa lo tiene, pues crea riqueza, paga salarios dando de comer a muchas familias y paga religiosamente sus impuestos contribuyendo así al sostenimiento de los servicios públicos. En ese sentido Corporación BSI (que no cooperativa ¡ojo a la figura jurídica de la empresa! ya que introduce sutiles cambio en cuanto a la admisión, deberes y obligaciones de los socios), tiene esa función social siempre que la cumpla.
La cuestión es si la cumple, porque de entrada este tipo de organización empresarial tiene un especial trato y ventajas fiscales, de ahí que contribuyan fiscalmente menos que otro tipo de empresas al sostenimiento de los gastos públicos. Pero esto no es lo grave, el primer fin social que tiene que cumplir es el de defender el precio de los frutos que aportan sus socios, que deberían cobrarlos mejor y más rápido que aquellos otros agricultores que no están asociados y las venden a los que se supone son «usureros bodegueros». Pero no, resulta que estos usureros bodegueros, aunque no pagan lo suficiente para permitir una renta holgada al sufrido agricultor, pagan antes y mejor que la Corporación BSI, eso además de pagar todos sus impuestos, repartir beneficios, dar trabajo y no reclamar bonificaciones al escaualido Ayuntamiento. Pregunten, pregunten Uds. a los agricultores sobre la liquidación de los dos últimos años, se van a llevar una sorpresa. Digo yo que será porque gestionan bien sus dirigentes,
Si en la empresa privada, a pesar de la crisis que atraviesa el sector, pagan antes y mejor a los agricultores, abonan sus impuestos de forma integra y mantienen las nominas de muchas familias jumillanas la pregunta debería ser ¿Qué quieren los dirigentes de Corporación BSI? ¿No querrán que los sufridos contribuyentes costeemos su negligente gestión?.
Los malos de esta película si me lo permiten no son los del PP, tampoco los del PSOE es que sean los buenos, pero los malos gestores está claro donde deberían buscarse.