SEMANA SANTA DE TERCERA GENERACIÓN
Parecía que no, pero ayer terminó definitivamente la
Semana Santa Jumillana. Subieron al Nazareno. Queda el Cristo de la Columna en Jumilla, pero, como sabemos, su figura desborda el tema pasional porque su devoción se extiende en el año. Como tantas veces, nos ha quedado el poso amargo de las peleas y los enfrentamientos, tan viejos como la propia Semana Santa, pero que mueven más que la propia celebración, y si no los 19 juicios a la entrada
"A propósito de un despropósito" y sus 13 comentarios. Todo un record. Pero no es de estas diatribas de lo que quiero hablar para cerrar el ciclo festivo; ya bastante se ha dicho al respecto. Quiero hoy hablar de
Semana Santa y TIC, no del reloj, claro, sino de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, otro tema muy de este blog. Propongo relacionar ambos términos. Y no va a ser, como en algún comentario ha salido, por lo de la Semana Santa de los fotógrafos penitentes, los de trípode y "Konia", que bastante llevan; los clásicos, por un lado -Plácido, Isidora y Bartolo-; los de la
Segunda Generación por otro -Emilio, el hijo de Cayetano, Juan, el hijo de Plácido y la hija de Juan Ignacio-. Tampoco hablaré de ellos.
Hoy toca hablar de la
Tercera Generación... de móviles, y también
de ipods, de cámaras extraplanas, de MP3 y MP4, de toda una cacharrería que como un coro de beatas acompaña a cada paso semanasantero por las fatigadas calles cubiertas de cera. El fenómeno ya era aprecible desde hace tiempo fuera de Jumilla; en las grandes centrales, los grandes
"parques temáticos de la Semana Santa" -Sevilla, Valladolid-; allí, una nube de luciérnagas azules ha sustituido a los devotos armados de cirio o vela. Revolotean incansables tras el trono como rémoras tras una raya manta sobre la noche de azahar extasiado. ¿Qué buscan? Las imágenes viajarán de punta a punta del mundo durante unas horas, luego se perderán en el rincón oscuro de una tarjeta de memoria.
En Jumilla ha llegado la moda, damos unos breves flashes:
Via Crucis. Impecable sucesión de los estandartes como un tranquilo deslizar de aguas. De improviso, un potador de farol se arremanga la túnica, un sonido familiar se escucha en alguna parte. ¿Va a sacar caramelos? Muy pronto parece...; se ha llevado el móvil a la cara, mientras con la otra mano sostiene, bien que de manera inestable, el farol. Estupor en el espectador.
El
Traslado-encuentro del Sábado de Pasión fue exactamente lo que nos relató Cizaña, un cruce de asfixia y exceso, una marea de cascarones y pantallas lcd sin orden ni concierto, lo que hace más encomiable el trabajo de los anderos. La locura colectiva llegó a entorpecer la marcha como los aficionados al ciclismo en l'Alpe D'Huez.
Para
Martes Santo, lean el Blog del
Joven Jumillano. No tiene desperdicio.
Viernes santo. Procesión del Santo Entierro. Jardín de la Ranas. A modo de mariposas nocturnas, los fotógrafos de la extraplana de 7 megas se desorientan bajo los focos de TeleCable. Los portadores de los estandartes dudan y tropiezan: delante, nubes de pavones nocturnos, detrás las pequeñas crisálidas nazarenas, futuro de la Hermandad. Como viejos bueyes almizcleros parecen querer protejer a las crías en el centro de la manada. Esto es la Ley de la Selva.
Sábado santo. Procesión de la Redención. Calle de Loreto. Impresionante recorrido del paso Titular pero... los cables se interponen. A las puertas de la Cuarta Generación y nuestras calles con estos pelos y pelambres. Pasa el momento crítico y el cura párroco se remueve. Saca el móvil. ¿Con quién habla? Con Dios parece que no, para eso tiene ya todo el día. Se queja del frío. ¿En contacto con el Servicio Meteorológico que le ofrece su móvil? La charla es más bien familiar. La procesión prosigue...
¡A qué alturas hemos llegado! ¿Será necesario que le recordemos al personal que el uso del móvil, al igual que en teatros y conciertos, queda restringido en las procesiones? Mal vamos si en las dos o tres horas que dura el recorrido no somos capaces de prescindir de él. Definitivamente, el móvil no da la libertad, sino que esclaviza. Definitivamente, Dios parece vivir más en un ipod que en una representación de madera policromada. Manolas agarrando el móvil en lugar del Rosario.
"Mantillas de jueves Santo" en mi MP4, con permiso de la
SGAE. Pantallas gigantes en las Tamboradas ¡Y nosotros que éramos creyentes por estética! Definitivamente, me corto la barba de apóstol.
Subiremos a Santa Ana y el
Cristo del Padre Mancebón desclavará su sagrado brazo, nos pedirá prestado el móvil de
Tercera Generación y gritará bien cerca del micrófono:
¡Iros todos a freir espárragos!