En Jumilla hay una escultura desde hace ochenta años, en el jardín del rey don Pedro, la estatua de don Roque Martínez, sobre su rotundo y elegante pedestal decó. La estatua, por antonomasia. Hace unos días se ha inaugurado la escultura del nazareno en la plaza de la Constitución y no hace mucho tiempo se inauguraron las esculturas de los tamborileros, en la plaza de Arriba, y la de los danzantes folclóricos, en el jardín de la Glorieta, con las cuales ha aumentado la estatuaria pública de forma espectacular. Me pregunto cuál sera la próxima escultura, si la del peñero de las fiestas de la vendimia, la de la vendimiadora misma o incluso la del legónbolo jumillano. Y digo esto porque quizá se nos esté yendo la mano en la exaltación de los valores locales, siguiendo la tendencia de los últimos años en España, a despecho de otros valores más ejemplarizantes y de mayor calado cultural y social.
Leído Beltenebros,
ResponderEliminarla Fiesta de la Vendimia ya tiene monumentos, desde hace años. Los toneles que antes anunciaban éstas a las entradas de Jumilla son catalogados como monumento. Y apreciese que digo eran, porque el Ilustre del Amor, ya les ha intentado quitar su identidad anunciando no sé que Feria que se hace en Jumilla.
Saludos,
Llevas toda la razón Beltenebros, desde nuestra transición a la democracia, parece que el buen hacer de un político local debe medirse por las cosas que inaugura, por eso se destinan muchos recursos a inaugurar cositas, muchas necesarias o tras menos. La Cultura y educación, como no son poco suceptibles de cosificarse e inaugurarse, dan menos juego político, de fotos y de votos.
ResponderEliminarEl mal es el populismo, tanto en el sentido de buscar iniciativas de inauguración vistosa como en el de recurrir permanentemente a elementos localistas de escasa entidad.
ResponderEliminarEstá bien que los pueblos resaltemos lo nuestro que merezca resaltarse, pero hay cosas que cuando se hace con nuestro dinero y en nuestros espacios públicos deben ser presentadas mediante un concurso público, y unas ordenanzas municipales, y no de amagatotis, y también hay que tener presente que don Roque Baños fue un hombre ilustre que, a base de muchos años de carrera y buen ejercicio de su profesión, aportó a Jumilla un buen nombre, además. Estos "monumentillos" tienen la osadía de querer colocarse a la altura de don Roque, sin más.
ResponderEliminarNo me parece bien lo que hace nuestro alcalde y menos los que, repito, de amagatotis, se cuecen nuestros dineros entre cuatro en el despacho de la concejal y alcalde de turno con la complicidfad del silencio de los otros partidos políticos.