Todos sabemos que no se pueden comparar los comportamientos electorales de los ciudadanos entre unas generales y unas municipales; sin embargo, todos lo hacen empezando por los analistas de los distintos partidos políticos. Estos últimos consideran que para ganar unas elecciones generales previamente se deben ganar las municipales que les anteceden.
«...el representante del partido de Rivera tendría la llave del gobierno municipal jumillano»
Hace apenas siete meses que tuvimos elecciones municipales donde el PSOE con Juana Guardiola, obtuvo la mayoría de votos necesaria para gobernar consiguiendo diez concejales frente a los ocho del Partido Popular y los tres de Izquierda Unida. De haber sido las recientes elecciones municipales el PP sería el partido más votado, pero habría quedado empatado con el PSOE en número de concejales conseguidos, ya que tanto PP como PSOE obtendrían ocho concejales cada uno, los cinco restantes(hasta los veintiuno que componen nuestra Corporación), se los repartirían Ciudadanos que conseguiría tres y Podemos que obtendría dos. Un resultado donde el representante del partido de Rivera tendría la llave del gobierno municipal jumillano.La pregunta que cabe hacerse es cómo en tan poco tiempo es posible que las cosas han cambiado tanto para que el PSOE pierda dos concejalías e Izquierda Unida que, ahora se presenta como Unidad Popular, pierda los tres que conseguía hace muy poco. La respuesta a tal desbarajuste tiene una doble causa, por un lado ahora entran en liza dos partidos Ciudadanos y Podemos que han tenido un comportamiento muy desigual en ambas elecciones, pues en las pasadas municipales obtuvieron el 2,95% y 3,07% de los votos respectivamente; sin embargo en éstas, Ciudadanos consigue el 12,65% de los sufragios mientras Podemos se hace con el 11,8%. Con estos porcentajes ambas formaciones que, aglutinan de este modo el 24,45% de los votos emitidos, entrarían en el reparto de concejales obteniendo cinco de las concejalías a repartir. Obviamente estas son perdidas por las dos del PSOE más las tres de Izquierda Unida que pierde algo más de diez puntos porcentuales de los votos conseguidos en las pasadas municipales al pasar del 12,65% al 2,95% en las actuales generales. De ahí que el PP, aun recuperando un 4% de votos quedaría en el reparto con igual número de concejales que en las pasadas elecciones municipales del mes de mayo.
«...a pesar de este dislate que ocasiona el procedimiento de los restos que rigen el reparto por la ley D' Hondt, esto no termina de explicar que el partido ganador, en este caso el PP obtenga idéntico resultado, como tampoco que IU parezca que desaparece»
Pero a pesar de este dislate que ocasiona el procedimiento de los restos que rigen el reparto por la ley D' Hondt, esto no termina de explicar que el partido ganador, en este caso el PP obtenga idéntico resultado, como tampoco que IU parezca que desaparece. Ya dije que hay una doble causa y además de los estragos de la Ley D´ Hondt en un reparto más concurrido que en el pasado mes de mayo; nos encontramos en la mentalidad con las que el elector recurre a las elecciones según se trate de generales o municipales. En las segundas además de ir en clave ideológica o de partido se va en función de la persona y el conocimiento directo de la gestión de éstas. En otras palabras, ni la Sra. Juana Guardiola y sus concejales lo han venido haciendo tan mal para perder la confianza de 1015 jumillanos en apenas siete meses de gestión ni el Sr. Enrique Jiménez tan bien en la oposición para ganar 864 votos más que entonces. Ni que decir tiene que menos podríamos explicar si cabe la pérdida que sufre Izquierda Unida que le desaparecen ahora 840 votos de los obtenidos en mayo. En esta ocasión, al tratarse de unas generales, fuimos a las urnas en clave nacional ideológica, de partido, voto útil o voto menos malo, obviando las caras y personas que nos son familiares y conocidas.Los partidos debieran tomar nota de una cosa y de la otra de cara a futuras elecciones sean municipales o generales. De este modo deberían estar preparando las caras que nos presentaran de aquí a tres años vista en donde volveremos a elegir a nuestro gobierno municipal, de ese modo los partidos emergentes Ciudadanos y Podemos, podrán aspirar no sólo a mantener y consolidar estos hipotéticos cinco concejales que obtendrían ahora. La solución para ello es sencilla, caras conocidas y reconocidas en su acción pública y privada evitando paracaidistas de última hora como les ocurrió en las pasadas municipales. También debieran tomar nota los dos grandes PP y PSOE, el primero que ahora se las promete felices, porque a pesar de su victoria esta es más que pírrica ya que sus recientes 4468 votos, son sólo 152 más que los de su suelo electoral en 1999 que fueron entonces 4316 votos. Muy, pero que muy lejos, de los 6057 obtenidos en las municipales de 2011. La clave de esta caída como ya comente en su día en otro artículo no fue otra que la pésima gestión de la persona que colocaron al frente. El resultado del PP de ahora no ha sido malo del todo, pero en unas futuras elecciones municipales se tornaría desastroso si no son capaces de buscar un equipo de caras nuevas distintas a las que formaron el tan nefasto gobierno anterior, ya que a esas elecciones, el elector irá además en clave personal y de conocimiento.
«Tampoco el PSOE puede quedar al margen de estas reflexiones, pues en sus listas, como en las del resto, aterrizaron también paracaidistas...»
Tampoco el PSOE puede quedar al margen de estas reflexiones, pues en sus listas, como en las del resto, aterrizaron también paracaidistas y su gestión, hasta ahora sin sobresaltos, todavía está por dilucidar, tomen nota pues de ello y aplíquense en enmendadla.En conclusión, no se debe olvidar, que ambas claves aun funcionando por separado según el tipo de elecciones de que se trate dejan sentir un cierto rebufo en las del otro tipo, es decir tienen una influencia difícilmente cuantificable (depende del caso), en las otras elecciones. Así el cansancio Zapatero la tuvo en el super-triunfo del PP en las municipales de 2011, igual que ahora, el voto por la estabilidad y la creencia de bastantes votantes en que el PP nos evita el caos y que nos salvó del desastre del rescate hs mejorado un pelín el resultado que cabria esperar tras la debacle de mayo.