«El plenilunio en el castillo»
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Siempre me han fascinado los retos fotográficos y aunque en la actualidad, la fotografía digital junto a Photoshop, permiten superar cualquier límite prefiero enfrentarme a ellos a la vieja usanza. Es decir, solventarlos en la toma. La semana pasada colgué en el blog una fotografía del plenilunio con el castillo que responde a uno de esos retos que, de vez en cuando, me propongo. Muchos han sido los comentarios a propósito de la misma más o menos acertados, pues aunque el resultado es sorprendente, a bastantes observadores no les cuadra que sea toma directa. A pesar de que la fotografía es toma directa (puedo demostrarlo con el archivo RAW original, por tanto, no es montaje en Photoshop), tiene su secreto como todo. En primer lugar, muchos lectores no se han fijado que el castillo aparece en su cara Norte, lo que supone que el lugar de la toma fue al Norte, por tanto la luna está donde debe estar al Sur. Concretamente la toma está efectuada con un 400 mm. desde el paraje del Molino de Arriba (cerca de la rotonda de la J). Esto desmiente todas las apreciaciones acerca de que es imposible esa toma ya que la luna sale por el Sur, ya que es ahí donde aparece. Sólo un lector avispado se ha dado cuenta del único elemento que desvela que algo debe hacerse técnicamente para que la foto resulte así, comenta dicho lector en El Eco: «…hay algo muy curioso, y es el cielo, es decir, un cielo completamente negro». Efectivamente, la luminosidad que desprende el disco lunar es como seis o siete veces la del castillo iluminado y el astro lunar siempre deja un halo luminoso en el cielo que debería aparecer en la fotografía, a no ser que se corte la exposición hasta que aparezcan los detalles de su superficie (como ocurre en esta toma). Aguda observación que demuestra que el avispado lector sabe de qué va el tema. ¿Cómo se resolvió entonces la toma para evitar estos problemas técnicos?. Este reto era muy fácil para mi con mi vieja Minolta analógica, pues tenía la posibilidad de doble exposición en el mismo fotograma y he realizado cientos de fotos con la luna con dicho mecanismo. Posibilidad, que ignoro porque no implementan en las actuales cámaras digitales, era una gozada. Ahí está el secreto, pero cómo hacerlo si las nuevas cámaras digitales no lo permiten. Lo solucioné del siguiente modo: Monté la cámara, con la ISO más baja que permite, en el trípode con el teleobjetivo puesto diafragmando al máximo a fin de que me diera exposiciones superiores a 1 seg. Sabía, de ocasiones anteriores, el lugar de la toma, por lo que dispuse el trípode y realicé varias fotografías a la luna y al castillo por separado, estudiando la exposición ideal de ambos. Con todo ello y, la cámara en manual, disparé con el mando a distancia; primero al castillo, en ese momento la luna todavía no entraba en el encuadre. Después cerré la tapa del objetivo y la cortinilla del visor (la Canon Mark II tiene ese dispositivo a fin de que no penetre luz por la mirilla en exposiciones prolongadas), espere unos minutos a que la luna llegara al punto del encuadre donde quería, quité la tapa del objetivo 1 seg, corté la exposición y.. ahí está