La táctica del PP para conseguir sus objetivos ha llevado, en ocasiones, a forzar las costuras de la democracia y el funcionamiento de las instituciones. En su momento, Aznar no escatimó recursos para echar a Felipe González. El llamado “sindicato del crimen”, conglomerado mediático contra el gobierno socialista, fue un ejemplo ya de lo que estaba dispuesto hacer el PP con tal de conseguir el poder. Se formó una "Asociación de Escritores y Periodistas Independientes” (AEPI) que, como siempre que algo se apellida " independiente ", estaba plagada de periodistas de derechas, excepto alguna nota de color.
Posteriormente, cuando Rajoy sustituyó a José Luis Rodriguez Zapatero (malo malísimo, artífice de la crisis mundial de 2008) tampoco le importó no dar ni agua al gobierno existente. En aquella ocasión, Montoro resumió la estrategia en una frase impresentable para un español decente: " que caiga España que ya la levantaremos nosotros ", le espetó a la diputada Ana Oramas (Coalición Canaria). La estrategia era que los ciudadanos españoles constatarán que España sólo tenía salvación con el PP, aunque fuera recortando y a diestro y siniestro (cosa que negaban que harían), subiendo impuestos (que negaron antes varias veces) o dando dinero a los bancos a espuertas (cuando dijeron que no darían ni un euro).
Hoy estamos en otra encrucijada de caminos por lo que, paisanos, no esperéis que el PP y Rajoy compartan la solución. No, Rajoy quiere una gran coalición, que fulminaría al PSOE, y dividiría definitivamente el voto de la izquierda. Con el sistema electoral actual, eso conllevaría mayorías absolutas del PP por varias legislaturas. Pero Marianico insiste en que o es así o ni juegan, no está dispuesto a ceder nada a nadie para llegar a un acuerdo. Naturalmente, con ese planteamiento, nadie quiere apoyarle. Pero quiere hacer creer que lo hace por interés general: ¡míau!
La última " jugada " de Marianico ha sido decirle al rey que “en este momento está indispuesto “, que no lo proponga, que ya le dirá cuándo tiene que proponerle (tócate los cataplines). Vamos, que el candidato natural, obligado, lógico, que primero tiene que mover el hongo para formar gobierno, pues resulta que no está en disposición (indispuesto). Es para que el rey le hubiera dicho que, en vez de tener la "agenda bastante libre" (hoy en la conversación con el supuesto President de Cataluña) se hubiera estado moviendo para conformar una mayoría parlamentaria. Pero no, el objetivo inmediato no es formar gobierno, que es para los que lo votaron, sino para jugar con los tiempos, las opiniones y debates en los medios, provocar a los demás, hacer mala sangre de los españoles de una y otra opinión, para sacar rédito electoral en unas hipotéticas próximas elecciones.
Ahora, el marrón lo tiene el Rey que habiéndose declarado con toda la lógica del mundo, partidario de que el partido con más diputados intenta formar gobierno, pues resulta que se encuentra con “Marianico el indispuesto”. A partir de ahí: nueva ronda de consultas por Zarzuela. ¿Y que va hacer Felipe VI?, Pues que deberá demostrar que tiene buenos asesores y mucha vista política, porque lo que es Marianico va a estirar la cuerda caiga quien caiga.
No me atrevo hacer vaticinios, pero mucho me temo que lo más probable es que haya nuevas elecciones. Sólo cuando a Marianico y Pablito les cuadren los sondeos electorales y la opinión publicada la tengan de su parte.
Por lo demás paisanos, paciencia, que los trileros de la política no nos hagan perder los nervios, ni amigos, ni enfadarnos con nadie. Que hay vida después de todo esto, y seguramente mejor.