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El fin de la crisis 28 dic 2014 20:05 Placido Guardiola

Historias de fábula «Inocente, inocente...»
Rajoy en el banco esperando a Jenny

Por fin tras siete años de horrorosos sacrificios dejamos atrás la crisis económica, ya lo dijo nuestro Presidente Mariano Rajoy hace dos días en la rueda de prensa que dio al finalizar el Consejo de Ministros del viernes. Más claro no pudo ser al afirmar que: "el año que termina ha sido sustancial para el empleo y 2015 será mucho mejor". Por si a alguien le quedaba alguna duda concluyó: "Estas son las primeras navidades de la recuperación, del crecimiento, del empleo y de la actividad económica".
Ya lo había adelantado al clausurar un encuentro de empresarios el pasado 11 de Diciembre donde dijo:"La crisis ya es historia". Antes de ayer en esa rueda de prensa donde hizo balance de la gestión de estos tres años Rajoy estuvo más contundente si cabe. Consciente el Presidente de que ya hace tiempo perdió su ultima abuela que se lo diga, arrojó sobre su acción personal de gobierno todos los piropos y elogios que cabria esperar de tan venerable anciana. Si 2013 fue el año de las profundas reformas, 2014 lo ha sido de la recuperación y 2015 será el del despegue definitivo de nuestra economía.
Estaba desatado Rajoy quien añadía: "...se ha conseguido dar la vuelta a la situación y a la imagen del país en solo tres años", "..donde antes había desconfianza, ahora hay seguridad"
¡Qué pena que los datos disten tanto del bonito horizonte que contempla el Presidente! Su triunfalismo lleno de optimismo y esperanza se ve negado por los datos más elementales en este balance de tres años:
  • Si en noviembre de 2001 habían 17.248.065 afiliados a la seguridad social, ahora tenemos 16.695.552.
  • Si al poco de llegar al poder se encontró una deuda pública de 737.406 millones de euros lo que equivalía al 70% del PIB nacional (unos 16.942€ por barba), ahora la ha elevado a 1.020.236 millones equivalentes al 96,8% del PIB (unos 20.000 € por barba).
  • Si a su llegada había un fondo de reserva en la caja de pensiones de 66.815 millones de euros, Ud. ha gastado ya para mantenerlas 17.217 millones y sólo restan 49.598 millones.
  • Si tras la desastrosa gestión de Zapatero 165 españoles al día tenían que buscar el pan más allá de nuestras fronteras, ahora con la suya, lo hacen 256. Ud. sr. Rajoy se vanagloria de crear 550.000 puestos de trabajo pero la realidad es que de los 4.420.462 parados de noviembre de 2011 son ahora 4.512.116. Es decir 8.346 parados más sin contar que esos empleos que ha creado trabajan muchas horas menos porque la mayoría son precarios.
Pero si los datos ya desmienten el edén que describe, mucho más lo hacen sus promesas y anuncios en estos años, los cuales desmoronan su mágnifico panorama con el más leve cotejo en las hemerotecas:
  • Tras prometer eliminar las Diputaciones, pronto reculo para anunciar que en realidad reduciría los organismos públicos redundantes El País
  • Tras anunciar que dejaría sin competencia a más de 6000 municipios ineficaces reduciendo el número de concejales ,,El Periódico de nuevo puso la marcha atrás y, a fecha de hoy, todavía lo estamos esperando.
  • Tras afirmar en su programa electoral que el PP bajaría los impuestos, los sufridos ciudadanos sólo hemos conocido elevación de los mismos y muchos recortes en educación y sanidad.
Vamos Sr. Rajoy, na, de na, na... Y la prueba del nada, de nada, la da Ud mismo en su rueda de Prensa del pasado viernes en el salón de tapices de la Moncloa, donde al referirse al ascenso de Podemos como fuerza emergente que señalan todos los sondeos demoscópicos; Ud. vine a guiñar un ojo al partido del que se ha pasado tres años quejándose por la mala herencia recibida. Su bonito futuro resulta que ahora pasa por el PSOE, al que ahora ve como instrumento de estabilidad del Estado.
Vamos D. Mariano, que el día de los inocentes no fue el viernes 26, sino hoy domingo 28 de Diciembre.
En fin, que quieren que les diga, yo para historias de fábula prefiero la de Forrets Gump sentado en el banco a la espera del autobús que le conducirá al encuentro con su amada Jenny. Esa al menos es una buena historia, la suya suena muy manida.
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La Janucá jumillana 25 dic 2014 18:13 Placido Guardiola

Luces pre-electorales navideñas «El benéfico influjo de las luces»
Luminaria en navidad

La Janucá es una fiesta judía que conmemora la independencia de este pueblo tras la derrota de los macabeos a los helenos. Ésta festividad se celebra según el año a lo largo del mes de Kislev del calendario hebreo (noviembre/diciembre del gregoriano nuestro), y es conocida como la «Fiesta de las luces». Durante ocho días consecutivos, al anochecer se enciende una nueva vela en el candelabro judío conocido como Janukián.
Conmemoran de este modo el milagro acaecido cuando los macabeos entraron en el templo de Jerusalén y encendieron el candelabro con "Oleo sagrado" , pues a pesar de tener sólo aceite para un día, sus luces permanecieron encendidas durante ocho.
De idéntica forma milagrosa, en Jumilla, cuando el Ayuntamiento es incapaz de pagar no ya las luces navideñas, sino el préstamo de pago a proveedores que acaba de renegociar por su importe integro tras haber pagado sólo los intereses devengados en estos casi cuatro años; prodigiosamente nos obsequia a los ciudadanos con las que, sin duda, han sido las mejores luminarias navideñas de toda la historia. Digo bien, las luces de esta navidad jumillana son sin duda las mejores de la historia, pues hasta donde alcanza mi memoria y, alcanza ya más de medio siglo, éstas son las más brillantes y suntuosas de las que he conocido.
Podemos pensar lo que queramos, pero es indudable que hay que felicitar al concejal de festejos por tan esplendidas luces que harán las delicias de niños, jóvenes y transeúntes que deambulen por la calle de la Feria y aledaños.

Luminaria de la navidad 2014 en Jumilla

Más que nos pese algunos, los dineros destinados a tan fantásticas bombillitas leds de bajo consumo, sus luces, dan alegría vida y esperanza como si de estrellas rutilantes se tratase. Las luces son siempre vivificantes y ello, aun a pesar de no amortizar un euro del préstamo a proveedores que volvemos a pelotear íntegro para el mandato municipal venidero.
¡Qué más da ante este auténtico espectáculo de luz! Las luces son tan esperanzadoras, tan revitalizantes que al igual que en las granjas apícolas se les ponen a las gallinas ponedoras para que depositen sus huevos, aquí las colocamos ante los incautos votantes para que depongan el sobre con su voto en la próxima primavera.
Ellas, las gallinas, encerradas en sus opúsculos recintos enjaulados terminan creyendo que viven en los largos y calurosos días de la primavera verano y, engañando a su organismo, seguirán el alto ritmo de la puesta. Ellos, los votantes, creerán en las cosas bien hechas y dejándose llevar por el brillo de las esperanzadoras luces, terminan olvidando los cinco millones de euros de deuda que se acaban de pelotear hacia delantearrojando confiados sus votos en las urnas municipales de esta primavera.
Sin duda, la luminosa Janucá jumillana está ya en marcha, los incautos votantes se han dejado deslumbrar. ¿Quién sabe del benéfico influjo que las luces dejarán en las urnas primaverales?
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¿Emisora Municipal, de todos? 11 dic 2014 00:07 Juglar

«¿Qué está pasando con la Emisora Municipal?»

Esa es la pregunta del millón, la que muchos se hacen, aunque sea por lo bajini. Oficialmente nadie dice nada pero la realidad es que está bajo mínimos. No comienza las emisiones a las nueve de la mañana, como era habitual, ni está cubriendo toda la mañana con emisiones de interés general. Los tiempos en que aparecen los representantes de los grupos políticos no son proporcionales a su representación municipal, más bien parece el “Aló presidente” del desaparecido Comandante Chavés, el bolivariano revolucionario venezolano.
Se supone, y espera de un medio público que sirva a los intereses generales, no a los particulares del político de turno. Hay muchas informaciones que a los ciudadanos se les debería transmitir puntualmente, no solamente las municipales, sino también las generales.
Pues todo eso, y mucho más -característico de los medios públicos- no lo está respetando la emisora municipal.


Y mientras el Equipo de Gobierno sigue pagando puntualmente un servicio que es cuestionable que se esté respetando y mirando para otro lado, ¿qué hace la oposición?.
Parece que nada, y porqué lo parece?, porque la emisora municipal sigue funcionando principalmente como una discoteca, más del 80% de su emisión no es propia, es música enlatada e informativos de RNE.
Igual a los grupos de la oposición no les interesa cuestionar el incumplimiento de lo que se espera de Radio Jumilla. Al portavoz del principal grupo de la oposición porque cuanto menos información y servicio preste la municipal, mejor para su cónyuge que hace un programa matinal de radio en otra emisora local. Y al otro grupo por razones familiares, y es que uno de los ediles tiene colocada a su hija, en teoría en la emisora municipal, aunque se le escuche mucho más en una radio privada propiedad de un amigo del equipo de gobierno actual.
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¡Que vienen los bárbaros! 10 dic 2014 18:58 Placido Guardiola

El mercancías Yiwu-Madrid «La ruta ferroviaria más larga del mundo» 
A su llegada en el viaje inaugural

 Bárbaro es un calificativo que, por lo general a lo largo de la historia, hemos aplicado al extranjero, a aquel que es diferente, el que nos viene de fuera. Bajo el imperio romano se utilizó para designar a los pueblos limítrofes, especialmente los de origen indo-asiático (avaros y hunos), aun cuando también se calificaran como bárbaros otros que, finalmente, fueron romanizados (Iberos, galos, germanos...). De ahí que, finalmente, asociemos el término de bárbaros con la presencia en occidente de personas indo-asiática.
En la antigüedad esa visita se traducía en invasión o intento de dominio territorial del que había que defenderse; en la modernidad con la sociedad de consumo, las invasiones se producen más por vía de los objetos que adquirimos en los mercados que por los ejércitos que cruzan nuestras fronteras.
Frontal de la locomotora

Las hordas bárbaras son ahora atractivas para el lucrativo negocio del turismo y, lejos de combatirlas, le abrimos los brazos para darle la bienvenida a fin de que vacíen sus carteras en nuestros hoteles y comercios, revitalizando nuestra débil balanza comercial.
Las otras invasiones, la de los productos, son necesarias para mantener el consumo de mercaderías de bajo precio, por eso el éxito de los establecimientos de productos chinos. Siempre ha existido el mercadeo con estos pueblos, desde que Marco Polo nos contara las maravillas y excelencias de las tierras indo-asiáticas, los europeos hemos gustado de sus especias y sedas. No hay que olvidar que Colón descubrió América buscando un camino por mar para llegar a ellas, ante las dificultades que la vía terrestre o, ruta de la seda, planteaba a ese tipo de comercio.
Ayer, llegaba el primer tren de mercancías que procedente de la ciudad china de Yiwu en la provincia de Zhejiang atravesaba el continente asiático y europeo, recorriendo más de 13000 km. cargado de productos chinos para regresar cargado de vino, aceite y jamón. China ya tiene una vía ferroviaria que la comunica con Alemania y ahora se prueba una alternativa con España. Un viaje que dura veintiún días y que atraviesa además de China Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania y Francia. Un tren que, como señaló la ministra Pastor, se pretende tenga continuidad y permita desarrollar más el comercio con China."Hoy se ha abierto una nueva ruta para una España más próspera" dijo en su inauguración la Ministra.

De china a España

¡Ojala y así sea! pero mucho me temo que si no espabilamos este tren traerá para acá más mercaderías que llevará de vuelta, constituyendo así un elemento más de la invasión china que inunda nuestros mercados y será menos una ventana abierta de oportunidades de exportación de nuestros productos. Todo dependerá de la eficacia de respuesta y competitividad de nuestras empresas, también de las directrices de nuestros políticos (en las que cada día creo menos).
Soy partidario siempre de abrir vías, pero soy consciente que éstas siempre suponen retos importantes en nuestro sistema productivo. De nosotros y nuestros dirigentes dependerá que estas nuevas vías sean de prosperidad y negocio. Si por el contrario no estamos a la altura, esto es poner vía ancha a una invasión bárbara en toda regla. Aun cuando, quién sabe, si no ocurrirá como dice un viejo panegírico:
El bárbaro labra para nosotros; aquel que durante tanto tiempo nos ha arruinado con sus saqueos ahora se ocupa de enriquecernos...
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La casta y la ciudadanía hospedadora 2 dic 2014 09:58 Placido Guardiola

Evitar la Casta política y la corrupción «Desalojar al huésped indeseado»
Vivir a expensas del anfitrión

El parasitismo es un proceso que se da en todo medio ambiente, también en el político, mediante este una especie termina aprovechándose para su propia supervivencia de alguna cualidad que posee otra cubriendo así sus necesidades vitales. Necesariamente necesita de alguna cualidad que posee el anfitrión que le permita el cobijo y hospedaje.
«La casta seguirá endémica, agarrada a los nutrientes de la ciudadanía, mientras pueda adherirse a las raíces de la indiferencia ciudadana, a su atonía política, a su desinterés público »
La llamada casta política, tan hondamente desarrollada y extendida en todas nuestras administraciones públicas, ha sabido aprovechar una característica básica de la especie ciudadana para instalarse y medrar a costa de ella. Esa característica básica  ha permitido perpetuarse y extenderse a la Casta no es otra que el pasotismo de la propia ciudadanía, el mirar para otro lado como si con ellos no fuese la cosa.
A la casta y la corrupción del ecosistema político no se le combate con nuevas leyes, con soluciones mágicas o con nuevos grupos políticos, esos que ahora emergen capitalizando el hastío y cabreo de la ciudadanía. Su erradicación pasa por eliminar la cualidad especifica que ha permitido arraigarse a este invasor; la indiferencia ciudadana.
La casta seguirá endémica, agarrada a los nutrientes de la ciudadanía, mientras pueda adherirse a las raíces de la indiferencia ciudadana, a su atonía política, a su desinterés público. Si queremos eliminarla y con ello también la podredumbre de corrupción que genera en nuestros organismos públicos, sólo cabe quitarle el caldo de cultivo que le permite vivir y desarrollarse entre nosotros.
«Sólo la participación ciudadana, la exigencia de rendición de cuentas y la solicitud de información por parte de ésta son remedios eficaces que impiden al parásito cobijarse ... »
Sólo la participación ciudadana, la exigencia de rendición de cuentas y la solicitud de información por parte de ésta son remedios eficaces que impiden al parásito cobijarse y vivir a expensas de los ciudadanos.
 La casta como especie que se hospeda entre nosotros no tiene una cualidad especial o especifica que la haga superior, ni siquiera especialmente agresiva. Ella como todo parásito interpreta las debilidades del posible anfitrión, si este se lo permite y facilita, se aferra a él y vive sin esfuerzo a su costa. La supervicencia y la optimización de la energía y recursos consumidos para la misma son leyes naturales que se extienden por doquier entre todos los seres vivos. En origen ninguna especie surge siendo parásita o anfitriona, son los ecosistemas y la relación con otras en la lucha por la supervivencia quien les hace y permite adoptar un principio u otro como estrategia de supervivencia.
Entre las especies parásitas más voraces, la casta lo es, ambos principios los llevan hasta el extremo, es decir, la muerte del anfitrión y por tanto, su propia extinción. De ahí que, si la ciudadanía no da un paso al frente, no cambia de actitud, su huésped (la casta), lejos de desaparecer terminará con el hospedador hasta su último aliento de vida. Hoy nuestra sociedad civil está agonizante, en los últimos alientos desesperados por desalojar este huésped indeseado que se aferra a los conductos vitales del tejido de su organismo.
Debe también la ciudadanía desterrar otro mecanismo que es aprovechado por su indeseado huésped, me refiero al cerrilismo que defiende monolíticamente las bondades de quien considera de su color frente a los del color contrario, pues el parasitismo no entiende de colores, se da en todo huésped dispuesto a medrar y no le importa adoptar los colores que le sean más convenientes para hacerlo. Da igual que sea azul o rojo, verde o amarillo. El color para estos malditos huéspedes da igual sólo es cuestión de apariencia y camuflaje que les permita instalarse cómodamente y vivir a expensas del incauto ciudadano.
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