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Ferretería 1-Mascotas 3 3 sept 2015 08:07 Placido Guardiola

Lo que los mercados dicen de nosotros «El márquetin Social»
En mercados de superficie

Desde hace tiempo sostengo que para ejercer el oficio de sociólogo en la actualidad, nada mejor que irse a los llamados centros comerciales, grandes superficies, o hipermercados. Ellos constituyen hoy en día el centro neurálgico de nuestras vidas, montados sobre el triple pilar del ocio, comercio y restauración regulan las esferas de nuestras vidas fuera del trabajo y la familia, constituyéndose así en los grandes templos de peregrinación de esta postmodernidad del siglo XXI.
Sus espacios y recintos arquitectónicos así como sus accesos constituyen los grandes hitos urbanos de las urbes actuales, como en la edad media lo fueron las catedrales. A estos acudimos para hacer la compra semanal o mensual, para ir al cine, para comer algo mientras compramos, miramos escaparates o distraemos a los niños en su guardería repleta de actividades y juegos. A veces simplemente a pasear por sus pasillos mientras huimos de los rigores climáticos de la calle.
«Sus organizadores saben bien que ya no somos fieles a casi nada, aunque nos dejemos seducir por el glamour de ciertas marcas...»
En sus aforos nos sentimos fascinados por el universo enorme de artículos que nos ofrecen bajo espléndidas presentaciones en una atmósfera luminosa y multicolor. No es necesario ni siquiera comprar, basta con merodear o sentarse en unas de sus cafeterías y tomar un tentempié. Sus organizadores saben bien que ya no somos fieles a casi nada, aunque nos dejemos seducir por el glamour de ciertas marcas: Adidas, Nike, Apple, Giorgo Armani, Dolce Gabbana… si nuestro bolsillo no lo permite hasta es posible que luzcamos una imitación falsificada. De ahí que busquen nuestra fidelidad de alguna manera y, que mejor manera que el Marketing Social mediante las tarjetas ahorro, llámense Ikea Family, Leroy Merlin, Tarjeta Carrefourt o lo que sea.
Las dichosas tarjetas de fidelización nos identifican con nombre y domicilio, hábitos de consumo, frecuencia de visita al comercio, tipo de consumidor y un montón de cosas más. A cambio, tras chopecientosmil puntos nos regalaran una gorrita, o un descuento acumulado de 45 euros para seguir consumiendo nuevos productos. A los organizadores de la tienda les dirá que tipo de productos demanda qué segmento social, que tasa de rotación tienen sus productos en las estanterías y que stock queda en almacén, con ello planearan nuevas estrategias de ventas y planificaran su negocio mejor aumentando su tasas de ventas o mejorando sus porcentaje de beneficio.
Esta perfecta conjunción del Márquetin Social, sus grandes bases de datos mantienen perfectamente engrasado y optimizan los resultados de ventas. El precio de ello es evidente desaparición de marcas pequeñas que no se acomodan bien a este sistema, las marcas blancas o los productos mediocres con buena relación calidad precio y excelente rotación en la tienda.
«...observar sus estanterías es como mirar la huella de nuestra civilización»
Mirar y observar sus estanterías es como mirar la huella de nuestra civilización, de nuestra cultura. Sus góndolas hablan mucho de nosotros, dicen de nuestro modo actuar de vivir, tal y como los vestigios arqueológicos nos hablan de las sociedades antiguas.
Deambulando por una cadena comercial que conozco bien observo que la sección de enseres y ferretería ha quedado reducida a una góndola más otra de artículos de coche, cuando antes esta ocupaba al menos cuatro; sin embargo, la destinada a mascotas que antes apenas ocupaba un pasillo ahora constituye una auténtica sección con tres góndolas llenas de comida, cestos, cepillos y artilugios para nuestro animalico preferido.
Debemos sentirnos muy solos, poco escuchados y necesitamos del animalito de compañía que todo nos lo consentirá porque lo trataremos de lujo o quizá abandonemos si nos cansamos de él. Me costa que hay amantes de los animales que son responsables con sus mascotas, también que existen quienes los utilizan como capricho para desahogar sus neuras y dejar las calles llenas de caquitas, por ello me preocupa el auge de esta sección en los supermercados.
Lo de la perdida de importancia en la ferretería puede deberse a la especialización en cadenas especificas (Leroy Merlin, Aki, Bricoking…), o a que no rotan los productos como los de las mascotas.
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¡Que vienen los bárbaros! 10 dic 2014 18:58 Placido Guardiola

El mercancías Yiwu-Madrid «La ruta ferroviaria más larga del mundo» 
A su llegada en el viaje inaugural

 Bárbaro es un calificativo que, por lo general a lo largo de la historia, hemos aplicado al extranjero, a aquel que es diferente, el que nos viene de fuera. Bajo el imperio romano se utilizó para designar a los pueblos limítrofes, especialmente los de origen indo-asiático (avaros y hunos), aun cuando también se calificaran como bárbaros otros que, finalmente, fueron romanizados (Iberos, galos, germanos...). De ahí que, finalmente, asociemos el término de bárbaros con la presencia en occidente de personas indo-asiática.
En la antigüedad esa visita se traducía en invasión o intento de dominio territorial del que había que defenderse; en la modernidad con la sociedad de consumo, las invasiones se producen más por vía de los objetos que adquirimos en los mercados que por los ejércitos que cruzan nuestras fronteras.
Frontal de la locomotora

Las hordas bárbaras son ahora atractivas para el lucrativo negocio del turismo y, lejos de combatirlas, le abrimos los brazos para darle la bienvenida a fin de que vacíen sus carteras en nuestros hoteles y comercios, revitalizando nuestra débil balanza comercial.
Las otras invasiones, la de los productos, son necesarias para mantener el consumo de mercaderías de bajo precio, por eso el éxito de los establecimientos de productos chinos. Siempre ha existido el mercadeo con estos pueblos, desde que Marco Polo nos contara las maravillas y excelencias de las tierras indo-asiáticas, los europeos hemos gustado de sus especias y sedas. No hay que olvidar que Colón descubrió América buscando un camino por mar para llegar a ellas, ante las dificultades que la vía terrestre o, ruta de la seda, planteaba a ese tipo de comercio.
Ayer, llegaba el primer tren de mercancías que procedente de la ciudad china de Yiwu en la provincia de Zhejiang atravesaba el continente asiático y europeo, recorriendo más de 13000 km. cargado de productos chinos para regresar cargado de vino, aceite y jamón. China ya tiene una vía ferroviaria que la comunica con Alemania y ahora se prueba una alternativa con España. Un viaje que dura veintiún días y que atraviesa además de China Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania y Francia. Un tren que, como señaló la ministra Pastor, se pretende tenga continuidad y permita desarrollar más el comercio con China."Hoy se ha abierto una nueva ruta para una España más próspera" dijo en su inauguración la Ministra.

De china a España

¡Ojala y así sea! pero mucho me temo que si no espabilamos este tren traerá para acá más mercaderías que llevará de vuelta, constituyendo así un elemento más de la invasión china que inunda nuestros mercados y será menos una ventana abierta de oportunidades de exportación de nuestros productos. Todo dependerá de la eficacia de respuesta y competitividad de nuestras empresas, también de las directrices de nuestros políticos (en las que cada día creo menos).
Soy partidario siempre de abrir vías, pero soy consciente que éstas siempre suponen retos importantes en nuestro sistema productivo. De nosotros y nuestros dirigentes dependerá que estas nuevas vías sean de prosperidad y negocio. Si por el contrario no estamos a la altura, esto es poner vía ancha a una invasión bárbara en toda regla. Aun cuando, quién sabe, si no ocurrirá como dice un viejo panegírico:
El bárbaro labra para nosotros; aquel que durante tanto tiempo nos ha arruinado con sus saqueos ahora se ocupa de enriquecernos...
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