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El carácter casero jumillano 26 sept 2009 10:45 Placido Guardiola

«Vida social de mesa camilla»

Aunque siempre me he negado a creer en las teorías deterministas del medio sobre el desarrollo de los seres vivos que lo habitan, tengo que admitir que indudablemente el ecosistema donde se desarrolla la vida termina por explicar bastante de la consucta de sus moradores.
En este sentido el medio jumillano, se ha caracterizado en primer lugar por la escasez de sus recursos, especialmente los hídricos, después por su rigor extremo (cuando llueve lo hace en tromba y cuando no en sequías extremas), finalmente por una enorme extensión de sus límites administrativos (estamos entre los treinta municipios con mayor término municipal de España). Estos factores han determinado que Jumilla a diferencia de otras ciudades se caractericen por su escasa vida urbana, nuestros antepasados tenían que desplazarse desde media mañana a casi un día de carro para ir a su trabajo o hacienda, por tanto, los desplazamientos se hacían semanalmente, quincenales e incluso en bastantes casos para un mes o más. La visita a la urbe siempre estaba marcada por la compra en el mercado, la visita al herrero o aperador para acondicionamiento de útiles y herramientas del campo, el entierro o enfermedad de algún familiar e indefectiblemente las grandes fiestas que jalonaban nuestro calendario (Feria, Carnaval y Semana Santa), que por lo general coincidían con épocas de escaso laboreo en aquel calendario agrícola de nuestros abuelos.
En los años sesenta, aquella vida rítmica y pausada de una comunidad, hasta entonces agrícola, se vio trastocada por la irrupción de la mecanización del campo. En muy pocos años las mulas dieron paso a los tractores, los carros a coches y remolques, nuestros esparteros cambiaron el burro por la Rieju. De esta forma los desplazamientos que anteriormente eran de tres horas pasaron a ser de diez minutos y en esa proporción el resto. Ya no era necesario permanecer una semana ni quince días en la apartada casa de campo o humilde cueva agrícola. Aquel campesino, acostumbrado a recogerse en casa al ponerse el sol y al orico de la lumbre hacer guita se traslado a su casa de la ciudad cambiando la hornacha por la mesa camilla, al poco dispuso de televisión y la ciudad antes sede de artesanos, comerciantes y escribientes ahora comenzaba a ser ciudad de todos. Los jumillanos se recluían de forma permanente y estable en su recinto, se habían vuelto urbanos en lo residencial, pero no en lo social, pues seguían sus costumbres ancestrales de recluirse al calor de hoguera, ahora del brasero, sin comprender que la ciudad es tal, porque su vida social trascurre en sus calles y en sus plazas. Ahora, como antaño, sólo salen fuera a ellas para las gestiones y compras, además de en Feria y Semana Santa. Con la modernidad, inmigrantes venidos de otras partes del mundo e influenciados por otros ecosistemas distintos, ajenos por tanto a las influencias del medio jumillano, pasean y ocupan sus calles y plazas asombrados de que los nativos no salen a la puerta de sus casas.
Nuestra vida social se recluye al circulo de la mesa camilla y al calor reconfortante de nuestros braseros y nuestros debates públicos se tornan comidillas y mentideros en la intimidad de nuestros hogares. ¿Podrá la red Internet y la televisión por cable romper ésta dinámica en el futuro?

8 comentarios :

  1. Forma parte del ser Jumillano eso de que en casa al calor del brasero es donde mejor se esta.

    Siempre se ha dicho que Jumilla es un pueblo muerto, excepto en fiestas y semana santa, únicas excepciones donde las vias y espacios públicos son tomados por sus habitantes, y dudo que internet o la television por cable vayan a cambiar eso.

    Quiza virtualmente, con el tiempo, los espacios en la red dedicados a nuestra urbe se vayan poblando y cobrando actividad. Sin embargo, creo que esa actividad la acabaremos realizando desde un butacon, con el portatil en el regazo y siempre al calor del sempiterno brasero.

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  2. " Nuestra vida social se recluye al circulo de la mesa camilla " el jumillano es una persona que lleva muchisimos años viviendo en un ambiente donde siempre los mismos se kieren llevar "El Gato Al Agua" lo quieren iluminar con L LINTERNA ,y ha sido constantemente vigilado dede detras de los visillos y persianas por supuestas "personas de bien" durante generaciones, ha conjugado el verbo criticar millones de veces ,en resumen los jumillanos y jumillanas llevamos muchas decadas viviendo en un ambiente cerrado ,hostil al diferente donde recluirse al calentor del brasero de picon alrededor de una mesa camilla no es mas que una adptacion de supervivencia al medio ambiente que nos rodea .cuando venian nuestras primas de cataluña en feria era como abrir la ventana y respirar ,luego han venido gentes de color con otra cultura otros valores dandole un nuevo aire al pueblo ,algunos vuelven a la silla de la aguela a mirar desde detras de los visillos, para tener de que hablar en la mesa camilla. Si se puede romper la costumbre ,viviendo y dejando vivir aprendiendo a no criticar.si voy ,si vengo o dejo de ir ,como voy que pintas llevo cucha ese-a ,respeto y tolerancia dos cosas que no veo como aprender oyendo la cope gatos al agua ni mirando por ninguna rendrija ,sal de detras de la puerta ,no temas este es un pais libre ¿Que haces mirando por la rendrija? ke no nos comemos a los niños crudos

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  3. Me parece amigo anónimo que es al contrario. Ocurre que yo salgo a la plaza pública opino y digo lo que pienso, es mi opinión, tan válida como otra cualquiera. Lo firmo. Auspicio el debate y creo foros, donde personas como tu, escondidas tras un anónimo, mantienen su opinión, tambien respetable.
    ¿por qué no lo firmas? ¿a que tienes miedo?

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  4. Es cierto tu sales a la arena, pero tu mismo reconoces ,que la vida social de muchos jumillanos-as se recluye al circulo de la mesa camilla,yo creo por lo que veo que muchisimo menos que antaño ,y cada vez menos

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  5. Es mucho peor lo que haceis algunos, silenciar a quien se atreve a hacer la menor crítica, condenar al ostracismo desde el poder que obstentais.
    ¿Te quejas de la Cope e Intereconomía? ¿Acaso nos quejamos los demás de la sexta, del grupo Prisa con el País, la Ser, la TV1 y TV2 la Cuatro montada por vosotros, etc...? Eso sin contar la prensa de papel local.
    Desde luego nunca vi tan poca libertad, tan poca que yo desde luego me escondo también en un anónimo. Vivo del público y no tengo necesidad de que me fichéis.

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  6. Sonia Anguix28/9/09, 10:20

    Queridos anónimos:

    Habéis creado una interesante reflexión en torno al carácter y talante jumillano a la cual me quiero sumar, matizando desde mi sentir algunos de los juicios vertidos:

    -Recluirse al calentor del brasero me parece una actitud injustificable en tanto que mecanismo de supervivencia con respecto al medio que nos rodea. Si bien es cierto que aún nos queda por evolucionar como sociedad, tampoco considero que el panorama sea tan negro. Creo más bien que esta actitud denota comodidad y cobardía, dos realidades en las que quizá todos acabamos cayendo más de lo que debiéramos.

    - Respeto y tolerancia no pueden adquirirse oyendo ningún programa, puesto que son cualidades que deben brotar del interior de la persona. Asimismo, no podemos lanzar dardos contra ninguna cadena porque ideológicamente diste de nuestra concepción de la realidad. Como sociedad estamos perdiendo el SENTIDO CRÍTICO y tendemos a ver las cosas blancas o negras, a no valorar, a esperar relajados en la mesa camilla a que nos cuenten cómo es el mundo en el que vivimos, a no cuestionar. Personalmente, pienso que es imposible llegar a una comprensión total de cualquier fenómeno sin escuchar a unos y a otros, y celebro que vivamos en una sociedad marcada por la pluralidad ideológica.

    -La libertad, como se dijo en este blog no la regalan, se gana. Es absurdo condenar la falta de libertad sin luchar por ella aunque sea sólo un poquito.

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  7. Creo que el artículo de Placido presenta y demuestra el carácter jumillano actual. Lógicamente no tiene por qué perdurar en el tiempo, pero eso nos compete a todos nosotros, y de momento no parece que una gran parte de nuestros conciudadanos este por la labor de cambiar, de ello tenemos muestras a diario.
    Dejémonos de discusiones estériles cargadas de prejuicios y pensemos en cómo crear la Jumilla del siglo XXI.

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  8. ja ja ja la jumilla del siglo xxi jumilla es una isla del xix es una entelequia es un desproposito es un horror una incongruencia un anacronismo y por los siglos de los siglos seguiremos calentandonos lo organos genitales en el puto brasero yaque la represion y el aburrimiento nos hace imposible calentarnoslos de otra manera y eso es lo que hay andresito

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