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Mis Amores con Naduiska 11 jun 2009 12:21 Placido Guardiola

«Encuentros , desencuentros y reencuentros con el amor de juventud»



Quién me iba a decir que, de nuevo ahora en el filo de una madurez que termina, mi corazón volvería a latir reconciliándose con el amor de mi juventud, Nadiuska. Para los muy jóvenes que no sepan nada acerca de ella diré que era una muchacha de nombre impronunciable (Roswitha Bertahasa Honzca "Nadia"), de origen judío provenía de la Alemania del Este. Bajo el sobrenombre de Nadiuska quería enterrar el de Nadia que le recordaba los orígenes de los que huyó. Era una mujer preciosa de generosas curvas, en su cara de ángel sobresalían junto a sus bonitos ojos verdes, los gruesos y carnosos labios sensuales. Nadiuska un buen día, en plena transición española, se quitó el sostén, fue en una foto en blanco y negro aparecida en la revista Guadiana y, desde entonces, sembró de júbilo la piel de toro convirtiéndose en la musa del destape y la alegría de mis sueños.



Por aquel entonces Isidoro (así se llamaba en la clandestinidad), vestía su rabiosa juventud con chaqueta de pana, sus labios carnosos, su verborrea y gracia andaluza cautivó nuestros corazones con la misma fuerza que Nadiuska lo había hecho con sus formas sensuales. Me embriagó con tanta fuerza, que desde entonces como Nadia, fue mi la Nadiuska de mis sueños. Luego vino la gloria del 82, Nadiuska junto a su compadre de la tortilla asomada en la ventana del Palace Ritz, ambos levantaban los brazos de júbilo por la victoria, en la mano bajo el puño cerrado, una rosa roja.
Pero pronto vino la acción de gobierno, la dura reconversión, las intervenciones urgentes, donde antes dije no digo ahora sí a la OTAN, los Juan Guerra, los Roldan, los Filesa, los Gal, los Mariano Rubio, lo del BOE, lo de Filesa, lo del Gal… En fin vinieron tantos desencuentros que mi corazón roto en mil pedazos dijo adiós para siempre al amor de juventud por Nadiuska. Sin embargo, ahora en la madurez, ella vuelve resplandeciente e, inevitablemente, irrumpe de nuevo en mi corazón. Vuelve, como Sofía Loren, la señora espléndida que siempre fue, atractiva a muerte y bella como una virgen.
Me vuelve a enamorar Nadiuska cuando hace revisión crítica de las nucleares, cuando dice refiriéndose a su compañero Zapatero: «no tiene una visión clara de España», «podría hacer más para salir de la crisis», «estamos creando polémicas innecesarias»… Cuando Felipe González dice todo eso, me vuelvo a enamorar de la Nadiuska que siempre cautivo mi corazón

2 comentarios :

  1. Ciertamente, Plácido, somos muchos los que quisimos a Nadiuska. Y creo que tus sentimientos, como los míos, no derivan de la nostalgia de la edad sino de la resistencia al relativismo.

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  2. Hola Plácido:

    ¿Sabes algo del paredero actual de Nadiuska? Si tú, o alguien tiene alguan noticia, porfavor escribirme a

    rgbgya1@yahoo.es

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