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¿Mataron las TIC las relaciones sociales? 4 sept 2013 09:38 Placido Guardiola

«Espacio público virtual»



Hace unos días, en una conversación con una amiga, ésta sostenía que los móviles y las redes sociales están aislando más al individuo y exterminando las relaciones sociales reales. Le asombraba ver como los jóvenes están a todas horas enganchados a las pantallas de sus móviles, no se hablan salvo en los mensajes que se envían, y sus interacciones se basan en los juegos on-line que comparten. Los adultos, enganchados a Facebook o whatsapp, se dicen y comparten cada vez más a través de ellos que en la vida real.
En mi opinión, aun cuando el impacto de las nuevas tecnologías es indudable, ellas no son las culpables del debilitamiento de las relaciones sociales. La muerte de éstas ha sido un proceso largo y larvado que han propiciado otras tecnologías anteriores, las nuevas en su caso han venido a crear una nueva dimensión, la «virtual», donde llevarlas a cabo.
Cuando llegaron las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (en adelante me referiré a ellas como TIC), las viejas relaciones sociales de amistad, de charla en la calle, de vecindario, de contacto en el bar o en la taberna ya languidecían y estaban en franco retroceso.
El aislamiento en el hogar, el no salir a la calle o a la plaza que, hasta entonces, era el lugar público por excelencia para relacionarse; lo había propiciado la televisión. Permitía y facilitaba que, sin salir de nuestra casa ni levantarnos de nuestro sillón, llegaran hasta nosotros las noticias del entorno y el divertimento en nuestros ratos de asueto. Por otra parte, las calles, las plazas habían dejado de ser el espacio publico donde las personas podían sentarse a tomar el fresco, transitar a su ritmo, pararse a hablar con el vecino o donde podían jugar los más jóvenes. No, las calles habían sido invadidas por los coches que circulan y aquellos que están aparcados. Los niños dejaron de jugar en ellas al balón o al zompo, simplemente porque esos espacios fueron invadidos por los coches. Sin saberlo ni tomar conciencia de ellos las personas cedimos los espacios públicos de nuestros pueblos y ciudades a los vehículos, y nuestros parques a los perros y a los marginados.
El ritmo de la calle lo impone ahora el tráfico, transitamos por ellas, las cruzamos, andamos o nos paramos, no al ritmo y voluntad de los humanos; sino por el contrario, al que imponen las máquinas y motores con sus mecanismos de regulación del tráfico como los semáforos ¿Cómo van a jugar en la calle los niños? ¿Cómo tomar el fresco los vecinos si ante su puerta está el vehículo estacionado? ¿Cómo pueden ser estas el espacio para la relación social?
Quedaban todavía hace unos años locales públicos al margen de calles y plazas para relacionarnos: bares y cines; sin embargo los primeros, han ido languideciendo a medida que sus precios se han ido actualizando a costes y fiscalidad actual de estos locales donde tomarse una cerveza tiene supone un gasto diez veces superior al de tomarla en casa. Los cines los mato primero la televisión, el vídeo y todo lo que vino después (DVD, Plasma, HD..), por tanto, no quedan espacios para la relación social si exceptuamos los cafés en el trabajo, el recreo en las escuelas, grandes espectáculos (musicales o deportivos) y por supuesto bodas, bautizos y comuniones.
A mi juicio las relaciones sociales han tenido dos asesinos principales: la televisión y sobre todo el automóvil. Bien es verdad que estos dos depredadores han contado con la connivencia y complicidad de otros factores, como la funesta modernidad de construir en altura edificios de varias plantas, como si nos faltara suelo para edificar viviendas en horizontal tal y como se había echo toda la vida.
No, las relaciones sociales no las están liquidando las TIC, éstas ya estaban moribundas desde hacía años. El problema o la virtud de las TIC es que ellas han abierto un nuevo cauce o vía para desarrollarlas, un nuevo espacio público que ha diferencia de las calles y plazas no tiene topología, no ocupa espacio y que, además, tampoco necesita de la presencia simultánea de los sujetos en el tiempo. Es el espacio que llamamos virtual, porque no tiene concreciones espacio-temporales de ningún tipo.
En ese espacio, nos guste o no, discurrirán cada vez más las relaciones sociales de los individuos y las que hasta ahora hemos conocido, las reales, van a seguir produciéndose en las circunstancias y ámbitos que antes hemos señalado: cafés, recreos, espectáculos, bodas, bautizos y comuniones.

3 comentarios :

  1. Si la mayoría decide no ir al cine o al café, pues se cierran los cines y los cafés. Sólo lamenta el cierre la minoría que los frecuentaba. La mayoría está satisfecha con su elección.

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    1. Anónimo6/9/13, 3:34

      eso de que están satisfecha la mayoría con su elección esta por ver., tu en que país vives, una gran mayoría ha dejado de ir al cine y a otras cosas porque no le da el presupuesto y no porque estén satisfechos.
      el problema es que al gobierno todo esto es que le importa tres pepinos., y como veo no solo al gobierno le importa tres pepinos....

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  2. Conviene recordar que los cines y los cafés cerraron antes de la crisis...

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