«Efectos benéficos del tinto»
Según las conclusiones de la investigación realizada por la Universidad de Leeds (Reino Unido), publicadas en el Journal of Biological Chemistry, el té verde y el vino tinto pueden prevenir el alzhéimer.
En el desarrollo del alzhéimer se crea una proteína llamada amiloidea, que se agrupa e interactúa con células nerviosas provocando su muerte. Los antioxidantes naturales que contienen el té verde y el vino tinto alteran la forma en que la amiloidea se agrupa, inhabilitándola a interactuar con ella.
En otras palabras, los poderosos polifenoles antioxidantes presentes en el vino tinto impiden que se desarrolle esta temible enfermedad.
Si tenemos en cuenta que los tintos de Jumilla contienen abundantes polifenoles, cabe concluir que, en nuestros caldos, tenemos un buen preventivo contra la muerte temprana de nuestras neuronas. Por tanto, ya saben.
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