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La crisis de los listos 23 may 2010 10:05 JUMILLA-BLOG

Crisis: primero que paguen “los listos”

Cajasur, una caja la Iglesia Católica y de Córdoba, que estuvo hasta 2005 gobernada por el cura Miguel Castillejo, retirado ese año con una pensión de 2,9 millones de euros al año (cifra que denunció en diciembre de 2002 Francisco Javier Martínez, por aquel entonces obispo de Córdoba), Pensión que, hemos leído, disfrutarían él y sus cuatro hermanas hasta la muerte de la última.
Cajasur era un cortijo más en Córdoba donde se repartían lo que había en caja, sin mirar provisiones, riesgos, etc. ¿Qué hay pérdidas?, ¡quién no las tiene en estos tiempos!, se dijeron en 2009 los miembros del consejo de administración: ¡y se repartieron 526.438 euros en retribuciones!
Cajasur tenía sucursales a porrillo, directores generales “pa repartir” (prebendas), riesgo infinito con promotores impresentables (de puertas hacia fuera) y una Obra Social que repartía dinero según fuera conviniendo en cada caso para comprar voluntades.
La Junta de Andalucía hizo su Ley de Cajas, donde Cajasur mantuvo la “singularidad” por la que el Cabildo Catedralicio seguiría dirigiéndola. Todos estaban conchabados, políticos de todo signo (en Córdoba gobierna IU hace tiempo), el sindicato de la caja Aspromonte que defendía siempre a los gestores de la entidad, el Banco de España que, aunque dicen que la vigilaba, ¿a dónde estaba mirando?
Al final todo la entidad a la bancarrota, tras saquearla con pensiones impresentables, mangoneos inmobiliarios, indemnizaciones a directores generales, negocios especulativos, obras “divinas” y la Biblia en pasta.
Así las cosas, todavía se tiene la poca vergüenza por el Banco de España de seguir dando lecciones sobre lo que deben hacer los demás (patronal, sindicatos, gobierno y “to titirimundi”), de la patronal y del gobierno en estar de acuerdo para que los asalariados paguen los agujeros creados por los chorizos de los que venimos hablando, de los partidos políticos mayoritarios en seguir haciendo demagogia y electoralismo en ves de llegar a un acuerdo para salir del atolladero (¡aunque sea “de mínimos”!)
No es mucho pedir que tras intervenir una entidad, lo primero que se haga es quitarle todas las prebendas que tienen o se embolsaron los gestores anteriores y sus familiares. Pero “ipso facto”. Porque, de no ser así, nadie tiene autoridad moral para pedirnos a los demás que nos hagamos cargo de la crisis (¡no me diréis que la expresión no es comedida!).
Y vuelvo a insistir, señores de los Gobiernos Estatal y Autonómicos: si no puede quitársele la pensión al cura de Cajasur, o la indemnización multimillonaria que “le corresponde” al consejero delegado de turno, o las prejubilaciones estratégicas y bien pagadas de muchos cargos de las empresas, no hay problema, los Gobiernos sólo tienen que ponerle, a esos ingresos insolidarios, un tipo impositivo del 90% y, así, retornaría a la caja de Hacienda lo que Hacienda necesita para hacer frente a los desmanes de los indemnizados. En otras palabras: si se quiere, se reparan las injusticias.

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