«En camisas de once varas»
En un gesto dignificante que le honra el equipo de gobierno de nuestro Excelentísimo Ayuntamiento convocó la semana pasada una reunión para atajar los problemas de desempleo que como en otras partes del país, azota a muchas familias jumillanas. Si la intención era loable, sus resultados son penosos. Tristes en primer lugar, porque la inmensa mayoría de quienes allí se sentaron a dialogar y buscar soluciones y alternativas fueron en su inmensa mayoría, representantes políticos, sindicales y funcionarios del propio ayuntamiento, los cuales como es bien sabido no crean precisamente puestos de trabajo, más bien al contrario, detraen recursos de quienes los crean y trabajan para su propia subsistencia.
Empresarios, lo que se dice empresarios, los contamos con los dedos de una mano y nos sobra alguno; también es verdad que, lamentablemente, no tenemos un elenco mayoritario de estos implantados en la localidad. Cierto es igualmente, que acudió alguno muy representativo, el cual y dicho sea de paso, comento aquello de: “siempre estamos los mismos”, como indicando que él hace todo lo que está en su mano (que es mucho), pero echando en falta caras nuevas.
Sería largo y tedioso dar cuenta pormenorizada de todas las intervenciones y pormenores de la reunión aquí, por eso me ceñiré a la conclusión básica de la misma “Ser un foro de ideas para paliar la situación”. Veamos el ayuntamiento no está para crear empleo, no es su misión, los sindicatos hacen más bien lo contrario. De ahí que si alguien algún emprendedor tiene ideas para crear un negocio, una empresa que de empleo, desde el gobierno municipal lo que se debe hacer es darle todas las facilidades del mundo y punto.
Precisamente esa es la idea básica que debe penetrar en las conciencias y en las mentes de nuestros gobernantes municipales. Ayudar, agilizar y facilitar cualquier iniciativa de negocio en el pueblo, no convocar pomposas reuniones ni foros por el empleo que, a lo único que conducen, es a ocupar la foto y espacio en las noticias locales. Si nuestros ediles necesitan ideas, les basta con esa. Faciliten, ayuden, agilicen… si es así de simple.
Pero no señor, no van por ese camino nuestros brillantes gobernantes, no se han dado cuenta que, sin ir más lejos no hace mucho, alguien que tenía que abrir una pescadería (las de vender pescado), ha tenido que efectuar importantes reformas en un edificio rebajando el nivel del suelo porque la altura del local no daba las medidas recogidas en el ordenamiento (creo que 2,90 metros). ¡Por Dios! Estén sus señorías atentos, cambien el reglamento, las ordenanzas, para eso están. No es lo mismo un restaurante, una discoteca que un pequeño establecimiento para expender pescado. Eso es lo que deben hacer si quieren contribuir a crear empleo, agilicen, faciliten los papeleos y trámites en esa casa y déjense de gaitas morunas. Además de recortar como vienen haciendo de un tiempo a esta parte, gestionen bien las basuras, la limpieza e higiene de los espacios públicos, el personal de la casa… Esas y no otras son sus tareas y misión.
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