«La gran ola social»
Hoy se desarrollarán más de 200 manifestaciones en cerca de cincuenta países, son manifestaciones de indignados que se lanzan a la calle pidiendo un cambio en el sistema político. Una transformación de la vida pública más acorde con ésta sociedad civil, ciudadanos que tienen a su alcance tecnologías que permiten su participación en la gestión pública de forma más directa y al margen de los tradicionales partidos políticos. La pérdida de confianza en ellos, la crisis económica, el malestar creciente de la ciudadania ante la situación son detonantes, pero no las causas del cambio. Los causas hay que buscarlas en las transformaciones producidas por las nuevas tecnologías y la globalización en el sistema productivo, mientras el social y político sigue anclado todavía al modelo industrial del pasado siglo.
No sabemos en este momento cual será el éxito de estas convocatorias que, de seguro, será desigual entre estos países donde están convocadas; pero sea cual fuere el resultado, que nadie se engañe, éstas manifestaciones son el principio del fin. Fin de un ciclo económico y social que da sus últimas bocanadas, donde las estructuras de poder se aferran a los viejos procedimientos y formas. Se resistirán a cambiar, siempre lo hacen, los cambios pueden ser lentos, llevarse su tiempo; pero siempre son irreversibles. Lo de hoy, como otros muchos sucesos que hemos asistido en este 2011, es un síntoma claro de una enorme ola de cambio social.
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