Seguimos con las rebajas intelectuales, o “cómo hacernos idiotas” a poco que nos creamos lo que nos dicen los halcones de las finanzas y los “espabilaos” de los gobiernos:
- Ya dijimos que lo de la reforma constitucional era una milonga para los mercados. Los datos nos avalan: el 5 de septiembre la prima de riesgo de España se pone en 338 puntos básicos, la bolsa en caída libre (al igual que las demás en Europa y EEUU), …etc.
- La economía mundial (incluida la de cada país) es, en mi opinión como un gran casino en el que se apuesta y está en juego todo tipo de mercancías, valores, expectativas, necesidades, derechos, intereses, etc. Todo, absolutamente todo. Hoy, entraremos en recesión, o no saldremos de ella, ¿saben por qué?, porque a alguien le interesa comprar barato ahora. Punto.
- Nuestros políticos siguen tirándose los trastos a la cabeza en casa, echándose la culpa unos a otros. Una de dos, o son idiotas o nos toman el pelo. Me inclino por lo segundo. Ya he leído opiniones de varios políticos europeos, y dirigentes de FMI, “insinuar” que, realmente, el camino vendrá con acuerdos políticos y económicos supranacionales (especialmente dentro de Europa). Pero, los políticos que tenemos parece que esperan a darnos el oxígeno en el último minuto (antes hay que hacer negocio de la desgracia: como siempre).
- Nos enteramos que, en estos momentos, las grandes fortunas están comprando deuda autonómica ¿Será que quieren echar una mano,…. al cuello?. Como es evidente, el interés a que salen al mercado es muy sustancial, ahí su atractivo. Lo dicho, como saben que las autonomías “no van a pagar”, pues ellos le prestan el dinero. Ja, ja.
- Los políticos autonómicos empiezan a hacer demagogia con sus medidas. Están calentando motores para la campaña electoral. Un ejemplo, Esperanza Aguirre en Madrid pide que los profesores echen dos horas más de docencia con los alumnos. Y se queda tan fresca. ¿Les contamos a los parlamentarios el tiempo que les vemos en el hemiciclo, o al arquitecto el tiempo en el que dibuja el plano del edificio, o al médico el tiempo que atiendo al paciente, y así un largo etc? Pero cualquier ocasión es adecuada para erigirse el “salvadora de patrias”, aun a costa de enfrentar a los ciudadanos. Pero de lo que se trata es de prometer y convencer “hasta el meter” (la papeleta) y después, ya le echaremos la culpa a alguien.
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