«El terror del dinero»
Estos días me acuerdo a menudo de una frase que nos repetía incesantemente nuestro profesor de economía en tercero de carrera: «El dinero, no lo olvidéis jamás, es muy miedoso, es la cosa más miedosa del universo». A pesar de que la vida me ha dado muchas ocasiones para corroborar aquella enseñanza, creo que nunca como ahora había constatado no ya el miedo, sino el terror que siente el vil metal ante cualquier adversidad. Aunque a decir verdad, más que miedo el dinero siente terror de la inseguridad, de los mensajes contradictorios, de los titubeos e indecisiones.
Para atajar el pánico sólo cabe un golpe de firmeza y autoridad, el tomar las decisiones con ejemplaridad y por supuesto con un aplomo y seriedad contundentes.
El Gobierno de Rajoy ha sido contundente sólo con algunas cosas, seguramente las fáciles, pero no las difíciles. No le criticaría los recortes en educación y sanidad si le hubiera observado la misma contundencia recortadora en la casta política, en el derroche administrativo autonómico y, por supuesto, en una labor pedagógica de transparencia y claridad. Pero lamentablemente nada de esto se está dando.
Los mercados están respondiendo mal, el dinero huye despavorido y, de esto, no sólo es culpable la situación griega. No se puede decir tras una reforma financiera que todo está arreglado para, días después, inyectar un montón de millones en un banco, y ahora volver a decir que esa capitalización es insuficiente. Señor Rajo el patio no está para paños calientes, para explicaciones vacuas y lisonjeras, haga realidad el rigor y seriedad de la que presume; pero hágalo de una vez con ejemplaridad y con todo lujo de explicaciones y detalles, sólo así cesará esta sangría.
Pero ante todo sea ejemplar en su afán ahorrador, de lo contrario, nadie aprobará ni creerá en aquello de que todos debemos arrimar el hombro.
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