«Evitar rascarse el bolsillo»
Se dice que el hombre agudiza el ingenio ante la necesidad, dicho que se podría aplicar en estos momentos a muchas de las felices ideas que se adoptan ante la llamada crisis financiera. En definitiva se trata de argucias contables para evitar lo que al final será inevitable, el que alguien pague los platos rotos de este fiasco que, quienes fueron sus responsables se han ido de rositas llevándoselo crudo. Una de las maravillosas ocurrencias es la de crear «El Banco Malo» (como si hubiese alguno bueno), dicha entidad se quedaría con todos los activos «tóxicos» dejando al resto de bancas y cajas con sólo aquellas deudas e hipotecas que son cobrables. Bonita solución, si no fuese porque se oculta quien asumirá los incobrables créditos del dichoso Banco Malo. ¿Se imaginan quién cubrirá esos descubiertos? ¡Vaya forma de seguir pagando entre todos los platos rotos! Eso sí, sin decirlo.
pocos años despúes de su inauguración Foto: Vaillard
¿Por qué no va a costar nada esta operación se dirán ustedes? ¿Quién pone el dinero para cubrir su déficit de caja? Pues el FGD (Fondo de Garantías de Depósitos), donde todos los bancos participan, de forma que con sus ingresos anuales de 6500 millones de euros, alcanzado tras la la reciente cuota que impuso el Banco de España, pagarán los 5.249 que faltan (de momento), en la CAM. Todo ello, sin que haya que recurrir a fondos estatales aún cuando el FGD,se quedará tras el pago a dos velas por este año. Asume también el FDG el 80% de pérdidas que se puedan producir en los próximos 10 años del paquete inmobiliario de la CAM que asciende a 17.000 millones más (los Auditores del Banco de España cifran en unos 5.500 millones las perdidas seguras para lo que ya efectuaron provisión 4.000 con la intervención). Total y, en resumidas cuentas, se regala la entidad al Sabadell y no cuesta un duro al ciudadano. Lo grave es que no se dice que en última instancia, si el FGD no pudiera pagar los trastos rotos, el garante último sería el Estado, es decir Ud y yo.
Un pasito más hacia delante que, de momento, parece evitar lo que nadie quiere hacer, rascarse el bolsillo.
Me parece un poco ingenuo decir que la fiesta la paga el FGD, no el ciudadano... Los bancos incrementarán las comisiones o los céntimos que pagaremos por cada recibo domiciliado y en poco tiempo le reintegraremos al FGD hasta el último euro. Y aquí no ha pasado nada.
ResponderEliminarCon la extinción de la CAM Jumilla pierde una biblioteca, una sala de exposiciones, un patrocinador de actividades varias y el mejor salón de actos de la localidad. Aunque no sé si esto importa algo a alguien.
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