Ante los acontecimientos que se suceden en nuestro país, ando unos días mordiéndome la lengua. Creo que es hora de ponernos todos a solucionar la que se ha liado en el solar de esta vieja piel de toro. Creo que, al igual que han hecho algunos partidos de la oposición, toca dejar en manos de quien sabe la resolución de este entuerto en que nos han metido, donde tenemos una auxiliar de enfermería debatiéndose entre la vida y la muerte, catorce personas ingresadas en el Carlos III bajo vigilancia de primer nivel y cerca del centenar en observación cautelar. Después, cuando esto escampe, será el momento de pedir responsabilidades que espero que se salden con algo más que dimisiones.
Aún no creyendo que sea oportuno avivar en las redes sociales más el incendio nacional provocado por la crisis sanitaria derivada del contagio por ébola, las declaraciones vergonzantes, ruines y mezquinas de quien hasta ahora se ha erigido en portavoz principal de ésta crisis, el señor Javier Rodríguez (a la sazón Consejero de Sanidad de la comunidad madrileña), han roto mi silencio autoimpuesto.
No contento con acusar de mentirosa a su subordinada se ha dejado caer unas cuantas freses que además de imprudentes, son en estos momentos incendiarias. Teresa, la auxiliar ingresada en el hospital con diagnostico positivo por ébola, convaleciente del cruel virus y tras varias horas de intenso interrogatorio parecía admitir que “quizá se toco la cara con el guante mientras se lo quitaba”. Sin embargo el Consejero insistía en la mentía, más tarde rectificaba aclarando que Teresa había ocultado a su médico de cabecera haber estado en contacto con el virus; silencia en cambio que Teresa acudió allí tras no recibir respuesta contraria desde la central de seguimiento que realiza el control sanitario dell personal médico que tiene contacto con los afectados de este virus. Sr Rodríguez, sí cuando ella llama al servicio de control y seguimiento indicando que tiene unas décimas de fiebre, este servicio ateniéndose a sus famosos protocolos, entienden que no pasa nada ¿Es culpable y mentirosa Teresa por no decirlo al médico que la atiende en Atención Primaria? En todo caso no era consciente del peligro que corría, era ingenua; pero no mentirosa. La culpable no es Teresa, en todo caso sus protocolos que fijaron la temperatura de alerta en 38,6 grados y no prestar atención cuando ella comunicó que tenía unas decimas menos.
¿Qué se toco instintiva y accidentalmente la cara (si es que se la toco)? Dígame dónde estaba el supervisor que dirigía la operación como marca su protocolo, dónde el enjuagado anterior que debe hacerse con agua fuertemente clorada, donde los trajes de protección de grado tres y cuatro que recomienda la OMS. No Sr. Rodríguez, las responsabilidades de este desaguisado están en otra parte y Uds., los responsables políticos, lo saben bien. Esto, todo esto, es consecuencia de una chapuza nacional, de la improvisación y el cutrerio nacional del que algunos sois dignos representantes. Es tal la indignación, el asco y oprobio que me produce todo cuanto viene sucediendo estos días que ha roto el silencio que me había impuesto. Por todo ello, me permito contestar a cada una de las perlas literarias que, como exabruptos infames y ruines se dejó Ud. caer ayer:
«Para explicarle a uno cómo ponerse un traje no hace falta tener un máster» (El País 09/10/2014) Mire Ud., para ser Consejero de Sanidad, visto su caso, basta con ser Jilipollas.
«Pero indudablemente unos tienen más capacidad de aprendizaje que otros» (El Pais 09/10/2014) Mire Ud., algunos consejeros de Sanidad no tienen ninguna son Tontosdelanona integrales.
«Tan mal no estaría para ir a la peluquería» (El Mundo 09/10/2014) Mire Ud.,según su famoso protocolo, al que Teresa había dado la temperatura, no había motivo de alarma, por tanto, podía hacer lo que le diera la real gana.
«Si tengo que dimitir por el ébola, dimitiré; tengo la vida resuelta» (Público.es 09/10/2014 Mire Ud., por eso mismo cada segundo que pasa es tarde para que no lo hubiera hecho ya. Teresa y los demás la tenemos sin resolver.
Rezo para que cuando todo esto haya pasado las conclusiones de una investigación seria y rigurosa hagan rodar las cabezas de los responsables de este desaguisado.
La enfermedad Ebola es un grave problema de salud pública que se ha introducido en España como consecuencia del traslado a España de dos enfermos. Pero al gobierno le ha venido muy bien el surgimiento de un problema como este, de un gran impacto y revuelo mediático, que ha venido a amortiguar periodísticamente la gravedad del nacionalismo regional y de las élites ladronas, con los que está fuertemente implicado.
ResponderEliminarmira chico(a), no tienes ni ¨p.....a idea ¨
Eliminary os digo lo que va a pasar cuando este asunto termine? ( si es que termina ) NADA.
.. ... y es que todo esto se solucionaría con LISTAS ABIERTAS, nos ahorraríamos muchos, pero que muchos SINVERGUENZAS a nivel estatal, autonómico y LOCAL.
y es que, unos porque ya se llenaron la cartera, otros por que se la están llenando como pueden, y otros, QUE YA SE LES HUMEDECE LOS LABIOS DE COMO SE VAN A LLENAR LA CARTERA EN UN FUTURO NO MUY LEJANO, además también, de ciertos individuos que quieren sentarse en algún sillón en CARTAGENA para chupar del bote de todos los ciudadanos., lo dicho, unos SINVERGUENZAS y me quedo corto seguro.