La fotografía digital y su difusión a través de los móviles está como ya señalamos en otro artículo revolucionando todo el sector. A penas hace unos años practicar la fotografía submarina no estaba al alcance de la mayoría de los aficionados por el alto desembolso que suponía adquirir una carcasa hermética que permitiera deslizarse bajo las aguas a disparar el obturador de la cámara.
Hoy merced a las llamadas cámaras de acción y la las imitaciones chinas, es posible hacerlas desde unos 80 euros que valdría un modelo como el SJ-4OOO (una imitación réplica de la Gopro y tres euros más que nos costarían las gafas y tubo en Decathlon. Con todo ello, ya podríamos bucear a pulmón en nuestro litoral y practicar la fotografía submarina. Es verdad que bucear con gafas y a pulmón (así hemos dicho toda la vida), ahora se le conoce como practicar snorkel (ya saben la chulería de llamarlo en extranjero para que parezca más guai cosa), si prefieres mejorar la calidad el control y manejo de la fotografía subacuática ya debes invertir un poco más bien en mejorar la cámara o en la compra de una carcasa para una compacta digital.
Así las cosas, la Gopro Hero 3+ se sube a 240 euros y una funda sumergible hasta 5 metros para su cámara se pueden encontrar desde 128 euros y por algo mas de 250 hasta podemos encontrar una carcasa para la reflex digital de canon que alcanza profundidades de 40 metros según su vendedor.
Puestas asi las cosas, que duda cabe que quien no se decide a probar este tipo de fotografía es sencillamente porque no quiere.
Las tres fotografías que ilustran ese este artículo se han obtenido con los medios más modestos, de forma que si le parecen sugerentes ya saben, anímense.
no son malas fotos, pero tampoco son nada del otro mundo.
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