«Es un momento fantástico»
El señor Emilio Botín, presidente del Banco Santander, se dejó caer hace unos días en Nueva York que: «Estamos en un momento fantástico; llega dinero de todas partes» refiriéndose a la actual situación de nuestro país.
No seré yo quien le discuta al Sr. Botín sobre dinero, de eso él sabe mucho más que yo indudablemente, sabe más como de aquí a Lima. Así nos va a ambos. Pero aun siendo verdad, que lo será, si lo dice él, debería ser más prudente (menos mal que lo dijo en Nueva York), pues si bien es cierto que la inversión vuelve a ver con buenos ojos invertir en España, el dinero ha llegado a la Caja fuerte del Sr. Botín; pero no al préstamo de pequeñas empresas y particulares. Sus cámaras acorazadas deben estar repletas, pero no se filtra un sólo billete todavía a la calle. No señor, ni un céntimo todavía.
Quiero y deseo que el Sr. Botín tenga razón, lo celebro (a ver si de verdad empezamos a remontar esta situación), pero miedo me da cada vez que este hombre abre la boca, porque irremediablemente, cuando lo hace, sube el precio del pan. ¿Recuerdan cuando apostó por Aznar siendo este último aún candidato antes de su elección? Recuerdan cuando Zapatero, ya en plena crisis y cuando arreciaban las criticas de algunos de los suyos, se reunió con un grupo de destacados empresarios ¿lo recuerdan? El empresario que en aquella reunión pidió públicamente a Zapatero que no se marchara porque era más necesario que nunca fue el mismísimo Sr. Botín.
El mismo que, en esa rueda de prensa en la que se dejo caer que el dinero viene de todas partes, justificó el fichaje en su empresa del Sr. Rodrigo Rato por su gran experiencia internacional y económica en la que hizo una gran labor como ministro. Claro que no dijo nada de su labor al frente de Bankia y su salida del FMI…
En fin, este hombre cada día me recuerda más al tacaño y adinerado Tio Gilito que no les daba un céntimo a sus sobrinos mientras nadaba en la abundancia de dólares de su cámara acorazada.
La rapidez y el desparpajo con los que el ilustre banquero contrató a Rato o liquidó, con la entrega a Hacienda de doscientos millones de euros, los impuestos adeudados por unas perricas que tenía en Suiza, es una prueba más de la ausencia de opinión pública con respecto a conductas, cuando menos, criticables, derivada tanto de la ausencia de una prensa libre como de la renuencia del Gobierno y de la judicatura con los poderosos.
ResponderEliminarBeltenebros