Mientras España sufre los rigores de la huelga de funcionarios, por un lado. Por otro, la selección de fútbol que la representa, llamada “la Roja”, da buena cuenta de su condición de favorita, para ganar el titulo, en el próximo Mundial de Sudáfrica. Ha querido el destino caprichoso, que la primera huelga de funcionarios que sufre el Gobierno de Zapatero, coincida con el partido más importante de la fase preparatoria de los hombres de Vicente Del Bosque. Que el partido se haya ganado de manera brillante, realizando un futbol vistoso y efectivo, metiendo seis goles al equipo contrario, y el miedo en el cuerpo, a cuantos rivales se crucen en su camino, hacia el título mundial. La huelga de los trabajadores de la función pública, ha tenido un seguimiento desigual, según las distintas administraciones. La guerra de cifras, en cuanto al seguimiento de la misma, clásica e inevitable ración de datos, de una y otra parte, del día después, da razones a unos y quita a otros. Es mucho más que probable, que el dia del debut de “la Roja” en dicho campeonato, y previo unas horas antes del partido, el Gobierno, anuncie mediante Decreto Ley, su Reforma Laboral. La Vice-Presidenta De la Vega, en su condición de Ministra Portavoz del Gobierno, acompañada del Ministro de Trabajo, Corbacho; tendrá que pelear duro con las audiencias televisivas, con los comentaristas, periodistas deportivos, enviados especiales, conexiones en directo, programaciones ininterrumpidas desde las primeras horas de la mañana, y el largo etcétera, que componen la recua mediática, que arrastra consigo un evento deportivo de esta magnitud. Si la Roja gana su primer partido, o si lo pierde: mediaticamente, tanta tinta hará falta para una cosa como para la otra, al siguiente dia, faltaran columnas en las primeras paginas de la prensa escrita y cabeceras de noticiarios televisivos, que borren del mapa la realidad. Si nuestro delantero centro Villa, apodado “el Guaje”, marca un gol con cada pie, y un tercero de cabeza, le nombraremos héroe nacional. Y si Casillas para un penalti mirando a la grada, cual pase de capote en las Ventas, pediremos su beatificación. Si “la Roja” gana por otros seis a cero, que más no dará, el numero de medidas impuestas, que atenten contra derechos sociales adquiridos, mediante la fórmula del Decreto Ley. Conforme avance el campeonato, y “la Roja” vaya ganando sus partidos, y las probabilidades de ser campeón vayan aumentando, la euforia colectiva llenara las calles y plazas, donde antes no lo hicieron, para reivindicar por sus derechos. Si Casillas como capitán de “la Roja”, llegara a levantar el trofeo que acredite a España, como selección campeona del Mundo, todos los recortes y tijeretazos, habidos y por haber, serán bien recibidos unos, y olvidados otros. El país, en su orgullosa condición de campeón planetario, estará dispuesto entonces, para cuentas Reformas sean necesarias, comenzando por la de las pensiones, que ahí anda guardada en el cajón, esperando el momento oportuno. Por todo ello, tenemos que encomendarnos a “la Roja”, y a esos hombres que pelean por un trozo de cuero en forma de balón; que cuando alguno de ellos consigue meterlo entre los tres maderos de la portería contraria, no hay Decreto ni Reforma, que nos quite ese instante de gloria colectiva.
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