No he querido leer, pero he leído en un periódico jumillano, hará, más o menos, siete días, un editorial a cuyo título “Ladridos” seguía la siguiente entradilla:
«“Ladran, luego cabalgamos”, es una célebre frase de El Quijote que hace alusión al ladrido de los perros al paso en la noche del famoso jinete junto a su escudero. Son ladridos de quienes entienden que la tierra es suya, aunque esté más allá de sus fronteras y dominios.»
Bla, blas, blasss… ¡Viva el bálsamo de Fierabrás!
Cierto es que a todos cuando escribimos nos gusta adornar nuestros textos con citas célebres o frases que alguien había escrito antes que nosotros. Se llama “cita de autoridad” y ya en 1726 la Real Academia Española publicaba un Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las frases o modos de hablar, los proverbios o refranes y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Es decir, el conocido Diccionario de Autoridades en el que al significado de muchas palabras le acompaña la cita de un autor de prestigio que la había utilizado, Cervantes es uno de ellos. Y lo más curioso es que Cervantes nunca escribió en su inmortal obra lo que más arriba el editorialista del periódico menciona como “cita célebre de El Quijote”. Y no contento con mencionar la cita apócrifa adorna su entradilla: “que hace alusión al ladrido de los perros al paso en la noche del famoso jinete junto a su escudero”.
“Escrito con dos cojo-“, y lo firmaría Cervantes en los poemas burlescos “de cabo roto” que siguen al Prólogo de su novela. Vale.
LADRIDOS A MEDIANOCHE.
19 nov 2009
20:30
QUIJOTE-JUMILLA
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