Mientras todo esto ocurría, el consumo percápita de vino ha ido en disminución y, aunque es verdad que denominaciones como la nuestra han ganado en comercialización, calidad y aprecio en los mercados, el vino que vendemos embotellado no pasa del tercio de nuestra capacidad de producción. En estos años bodegas importantes han dejado de molturar las uvas y muchos viñedos se han arrancado o abandonado por la falta de beneficio en su cultivo.
Ante este panorama, muchos agricultores (los que han podido), han buscado otras alternativas al cultivo de la viña; sin embargo, ahora parece que para el 2015 0 2016 la UE va de nuevo a dar ayudas para la replantación de viñedo. De ahí que en casa mi marido y yo estemos hechos un lío y sin saber a qué atenernos, pues ya nos íbamos haciendo a la idea de buscar otras soluciones; ante esto nos preguntamos ¿Pero hay o no futuro para la viña? Fuera, claro está, de quien tiene su pequeña bodega y embotella sus cosechas.
No se valora nada principal actividad que da de comer a la humanidad: la agricultura.
ResponderEliminarUna pena. Y uno de los motivos de nuestra autodestrucción.