Jubilarse a los 67 1 feb 2010 18:41 Legolas

«¡Bienvenido a la realidad Sr. Presidente!»

Debe ser grave lo que le ocurre a este país, mejor dicho, a lo que queda de este país llamado España; cuando Zapatero en Davos se vio obligado a apostillar lo de «somos un país serio». Pues era el único recurso que le restaba ante la incredulidad de los allí asistentes. Fue tan grave lo que de boca de todos los expertos allí reunidos escuchó acerca de nuestro país, tan alarmante la incredulidad financiera que despertamos… que nada más llegar anunció las dos medidas, yo diría las únicas, que ha tomado como Presidente de Gobierno ante la crisis. Una, la de reducir el gasto público; la otra, de de posponer la edad de jubilación.
No voy a criticar dichas medidas cuando le he venido acusando precisamente de lo contrario, es decir, de dedicarse a los cantos de sirena, negar la realidad y encima llamarnos antipatriotas a quienes estábamos convencidos del desastre que se avecinaba. Sin embargo, coincido con Jordi Sevilla en una cosa, aunque la medida sea necesaria, seguramente hasta insuficiente, no deja de ser incongruente. Primero, porque un Presidente que se dice socialista es el que viene a recortar algo que elevó a derecho otro también presidente socialista (Felipe González). Por tanto, si la pensión es un derecho y no se debe a la cotización que corra a cargo del presupuesto público y de los impuestos. Si por el contrario, se trata simplemente el recobrar nuestras cotizaciones ¿Quién es el Gobierno para recortarnos a quienes llevamos más de 30 años cotizando con un horizonte de recuperación a los 65?. Si yo hubiese invertido mis cotizaciones, desde que tenía 20 años, en bolsa ya tendría asegurada mi pensión; pero no, por medio llegaron estos perdona vidas y, con mi dinero (con el ajeno), las elevaron a un derecho consolidado de todo ciudadano. Si no disponían de él, si no lo tenían, que se hubieran estado quietecitos. ¡Digo yo! Sin embargo, con cartera y bolsillo ajeno, dispusieron de lo que no era suyo y de paso quedaron como Dios ¡Que buenos son estos políticos que refuerzan las prestaciones sociales a base del esfuerzo de los demás!
No señor, si es un derecho, si lo contemplamos como tal, que salga de los presupuestos generales, si por el contrario, no tienen dinero dejen de engañar y robar al personal. Quizá debamos eliminar otras gaitas… por ejemplo: los sueldos, dietas, etc. de Presidentes, Consejeros y Diputados autonómicos. Quizá haya que recortar otras pamplinas electorales, por mucho que nos gusten, por ejemplo, la ley de dependencia que no se cumple.
En todo caso amen de querer devolver la credibilidad en nuestro estado financiero ¿Qué pretende nuestro Presidente? A estas alturas no sabemos si es una propuesta para debate, una medida o de qué puñetas se trata. A la hora de explicarlo se contradicen el propio Presidente, la Vicepresidenta y el Ministro Corbacho y al final uno no sabe a qué carta quedarse. Por otra parte, su partido como el resto, tienen firmado el «Pacto de Toledo», el cual obliga a que sea en ese marco donde se debatan estos temas.
Por todo ello, esto suena a una medida mediática más, a cosmética, a una forma de decir: «Estamos haciendo algo serio» cuando en realidad nada hacen, sólo ganar de paso algo de la credibilidad que hace mucho perdieron, dentro y fuera de lo que queda de un país llamado España