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El Hombre un esclavo horario 21 feb 2010 19:09 Jose Javi

No se si se han dado cuenta pero estamos entrando en una sociedad muy, o mejor dicho, demasiado monótona; esto se puede ejemplificar de forma muy clara: ¿Qué hace una persona normalmente, una semana cualquiera? Pues llega un lunes y se levanta se dirige a su trabajo, una vez finalizada la jornada vuelve a casa a por, digamos, una pequeña recompensa, la comida. Después de comer una siestecita -como buenos españoles que somos- y ya depende del oficio de la persona podemos encontrar diferentes situaciones; que se dirija al trabajo para finalizar con su jornada laboral, o que se disponga a realizar las tareas que le son muy importantes de hacer esa tarde.

Pero si nos damos cuenta este esquema se nos repite de lunes a viernes, los sábados y domingos esto puede que cambie un poco, pero realmente la gente se levanta tarde, almuerza tranquilamente, y en el caso de la mujeres se disponen a realizar las labores domesticas.

Esta monotonía nos está convirtiendo en verdaderos esclavos del reloj, un objeto que portamos como si de una parte de nosotros se tratase. ¿quién no recuerda su primer reloj? ¿quién no lo ha adelantado con el fin de no llegar tarde? Pues todo el mundo, todos hemos tenido un reloj con el cual nos hemos sentido identificados por circunstancias muy, pero que muy diversas: cuando nos salíamos a jugar a la calle con los amigos y teníamos que estar pendientes de la hora para que nuestra madre no nos regañase, cuando teníamos uno nuevo, que como todo niño nos gustaba lucir ante los compañero, aunque ese espíritu de superioridad, o mejor dicho de grandeza, lo tenemos tanto pequeños como mayores, y me atrevo a decir, que se encuentra en la mayoría de los casos de forma mas exagerada en mayores que en pequeños.

Este problema, la dependencia del reloj y el control del tiempo hasta el punto más extremo, me lleva a pensar en numerosas posibles causas de este problema. El ser humano se está convirtiendo en un reloj, un ser “perfecto”, que pretende tener todas las variables de su vida controladas, de ahí su gran afán por el control del tiempo, dado que éste nos cambia esas variables tan imprescindibles para el mantenimiento de nuestro ser interior, para alcanzar el equilibrio. También en una sociedad tan competitiva, el tiempo -como bien alude un famoso refrán- es oro, por lo que éste es muy medido y meditado para utilizarlo de tal forma que los resultados sean los óptimos; el esfuerzo, cómo no, el mínimo.

2 comentarios :

  1. EN EL CASO DE LAS MUJERES SE PONEN A LAS TAREAS DOMÉSTICAS???
    ALMA DE CÁNTARO POR DIOS Y POR LA VIRGEN, MUJER MUJER,...
    RECTIFICA Y DA COBERTURA A LA IGUALDAD LECHE, MUJER PEPERA SOY Y ME HA DOLIDO EN EL ALMA, UN POQUITO DE REFLEXIÓN ANTES DE ENVIAR TU ESCRITICO,

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  2. Perdone que le corrija, señora anónima:
    no es mi intención, ni mucho menos el desprestigiar a la mujer, o no promover la igualdad. Es muy cierto que la mujer trabajadora, que en nuestros tiempos las encontramos a montones (y yo muy contento y orgulloso que me siento de ello), al no encontrarse en su hogar, se disponen en el fin de semana a realizar las tareas domésticas. Claro está que no afirmo que esta tarea sea realizada solamente por la mujer, sino que llegado el fin de semana, la mujer con ayuda o sin ayuda realiza las labores de su casa, para mantener su hogar limpio y adecuado para su familia.
    Y si me disculpa la pregunta, ¿por qué responde a mi humilde comentario bajo la armadura del anónimo?

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